Un nuevo capítulo en la industria del gaming: 450 desarrolladores de Diablo en Blizzard votaron a favor de sindicalizarse bajo la Communications Workers of America (CWA). 
En un sector marcado por despidos masivos, jornadas interminables y falta de estabilidad, el movimiento refleja el cansancio de los trabajadores ante la precariedad.
El sindicato se une a otras secciones de la CWA ya existentes en Irvine, Albany y Austin. Microsoft, propietaria de Blizzard, reconoció oficialmente la organización, cumpliendo lo prometido durante la compra de Activision Blizzard. Sin embargo, esto no garantiza procesos rápidos: otros equipos dentro de Microsoft, como el de QA de ZeniMax, necesitaron casi dos años de negociaciones y hasta una huelga para conseguir un acuerdo.
Para los miembros del equipo de Diablo, la decisión fue una forma de plantar cara. La productora Kelly Yeo explicó que cada ola de despidos aumentaba el miedo, dejando claro que ningún esfuerzo era suficiente para asegurar el empleo. El ingeniero sénior Nav Bhatti añadió que durante toda su carrera pagó el “impuesto de la pasión”, trabajando por amor a la industria sin recibir estabilidad. “Al final tienes que elegir entre huir o pelear. Formar el sindicato es pelear por lo nuestro”.
Este no es el primer paso de Blizzard en esa dirección: el equipo de Overwatch 2 también se organizó, y todo apunta a que no será el último, considerando las condiciones laborales reportadas en estudios bajo el paraguas de Microsoft. Desde QA hasta diseño y monetización, cada vez más desarrolladores exigen respeto y seguridad.
El mensaje es claro: los creadores de juegos no quieren seguir siendo desechables. Buscan construir carreras sostenibles en una industria que por años se sostuvo sobre el crunch y la incertidumbre.
1 comentario
450 personas en un solo juego?? qué exageración