Steam ha actualizado silenciosamente sus normas de publicación y ahora prohíbe los juegos que violen las políticas de bancos, procesadores de pago o proveedores de red. 
Aunque Valve no ha dado detalles específicos, todo apunta a que los títulos con contenido adulto serán los más afectados.
La modificación fue detectada en la documentación de Steamworks, donde se especifica que el contenido que infrinja las reglas de entidades financieras o tarjetas de crédito no será permitido. Poco después del cambio, algunos juegos con contenido explícito desaparecieron de la tienda, lo que generó sospechas, aunque no hay confirmación oficial de que haya relación directa.
Esta medida ha encendido las alarmas en la comunidad gamer. Muchos temen que esta nueva cláusula, ambigua y abierta a interpretaciones, sirva para censurar más tipos de contenido en el futuro. Y no es la primera vez que los bancos presionan a plataformas digitales para limitar lo que consideran “inapropiado”.
Valve, que alguna vez fue vista como defensora de la libertad creativa, parece estar cediendo ante la presión de los intereses económicos. Ya no se trata solo de lo que los usuarios quieren jugar o los desarrolladores quieren crear, sino de lo que las entidades financieras están dispuestas a permitir.
Las demás reglas de publicación en Steam no han cambiado, pero el mensaje es claro: quien tiene el control del dinero también impone las reglas del contenido.