El Samsung Galaxy Z Fold 7 todavía no ha llegado oficialmente a las tiendas, pero ya está generando controversia.
Aunque la marca lo promociona como el plegable más fino y liviano hasta ahora, algunos usuarios que lo probaron en tiendas notaron algo raro: el dispositivo no se abre completamente plano.
Varias personas que lo vieron en exposición aseguran que la bisagra se siente rígida o que el teléfono queda levemente inclinado al abrirlo. La nueva bisagra Armor FlexHinge, que Samsung diseñó para hacer el equipo más resistente y delgado, podría estar dificultando su apertura. También hay quienes comentan que cuesta agarrarlo bien por lo delgado que es.
El periodista Victor Hristov lo probó y confirmó que no es tan fácil de abrir como debería, aunque no llegó a decir que sea un fallo de fábrica. Podría ser simplemente una sensación diferente por el nuevo diseño más estilizado.
Vale aclarar que los modelos de muestra en tiendas pasan por mucho maltrato: los clientes los abren y cierran cientos de veces al día. Aunque el Fold 7 está pensado para soportar más de 200.000 pliegues, eso no garantiza que los equipos de demostración estén en perfecto estado.
Con un precio de casi 2.000 dólares, los compradores no perdonan detalles. Si es solo una cuestión de acostumbrarse al nuevo formato, no pasará a mayores. Pero si los modelos finales también presentan este problema, Samsung podría enfrentarse a una lluvia de críticas.