Según un nuevo informe de JPMorgan, OpenAI no sería rentable hasta 2027 como mínimo. Aunque la compañía ha logrado un crecimiento impresionante y cuenta con 500 millones de usuarios activos por semana, sus finanzas aún no reflejan ese éxito. El 75% de sus ingresos proviene de suscripciones, y los analistas advierten que mantener una ventaja competitiva frente a gigantes como Google será complicado a largo plazo.
JPMorgan señala que OpenAI tiene más facilidad para llegar al consumidor final que a las empresas. 
El sector corporativo exige soluciones más personalizadas, con modelos eficientes y precios competitivos, además de enfrentarse a una competencia feroz. Las empresas que no logran integrar la IA de forma efectiva están siendo castigadas por los inversores.
El banco también advierte sobre la creciente “comoditización” de los modelos de IA, donde cada vez es más difícil diferenciarse y el precio se convierte en el factor principal. Modelos como Gemini 2.5 de Google y DeepSeek-R1 de China están marcando la pauta por su relación calidad-precio.
En términos financieros, OpenAI registró US$ 10 mil millones en ingresos anuales recurrentes en la primera mitad de 2025, un aumento del 82%. Sin embargo, su valoración actual es de US$ 300 mil millones, lo que representa 27 veces sus ingresos esperados para 2025. Para JPMorgan, estos múltiplos tan altos podrían poner a prueba la confianza de los inversores.
También hay incertidumbre sobre la estructura organizativa de OpenAI, sus negociaciones en curso con Microsoft, riesgos legales y el fracaso del acuerdo Windsurf. Por otro lado, la inversión de US$ 500 mil millones de Donald Trump en el proyecto Stargate AI podría darle a OpenAI una ventaja en recursos computacionales frente a competidores privados.
En resumen, OpenAI está en un momento clave: tiene escala, tecnología y una marca fuerte, pero todavía debe demostrar que puede convertir todo eso en rentabilidad real y sostenida.