Nokia ha recortado su previsión de beneficios para 2025 en 300 millones de dólares. Lejos de su época dorada como fabricante de móviles, hoy la compañía finlandesa se dedica a construir redes 5G, infraestructura de fibra óptica y soluciones para centros de datos.
Pero factores como la caída del dólar y nuevas tensiones comerciales están afectando seriamente sus resultados.
La nueva previsión sitúa los beneficios operativos entre 1.900 y 2.500 millones de dólares, por debajo de la estimación anterior de entre 2.200 y 2.800 millones. Durante la presentación de resultados del segundo trimestre de 2025, Nokia informó que su beneficio neto cayó a 94 millones, frente a los 435 millones del mismo periodo en 2024.
El nuevo CEO, Justin Hotard, señaló directamente al dólar como uno de los culpables: “Las variaciones en el tipo de cambio afectaron tanto a nuestras operaciones diarias como al valor de nuestras inversiones”.
Actualmente, Nokia genera ingresos proveyendo infraestructura a operadores de telefonía, grandes empresas tecnológicas e industrias como aeropuertos y fábricas. Además, recientemente adquirió Infinera, una firma estadounidense especializada en redes ópticas, con el objetivo de reforzar su presencia en el mercado norteamericano.
Otra fuente importante de ingresos es la concesión de licencias de sus patentes, en especial las relacionadas con 5G y Wi-Fi. Pero ni siquiera eso ha sido suficiente para compensar los vientos económicos en contra.
Y como si fuera poco, la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos a productos europeos ya está generando incertidumbre, a pesar de que estas medidas no entrarán en vigor hasta agosto. Según Hotard, el solo anuncio de los aranceles ya ha tenido un impacto negativo.
Tras la publicación de estos resultados, las acciones de Nokia cayeron cerca de un 4%. Algunos usuarios en redes sociales bromean con que la empresa debería volver a fabricar móviles, pero de momento, Nokia sigue centrada en redes e infraestructura -aunque con menos beneficios de los que esperaba.
1 comentario
Echarle la culpa al dólar… clásico