Apple lo volvió a hacer: reportó ingresos de 94 mil millones de dólares en el segundo trimestre, un aumento del 10% respecto al año pasado.
El impulso vino principalmente por las ventas récord de iPhone y el crecimiento imparable de sus servicios digitales.
El iPhone sigue siendo el rey. Con ingresos de 44,58 mil millones (frente a 39,29 mil millones el año anterior) y alcanzando su iPhone número 3 mil millones enviado, Apple no tiene freno. China jugó un rol clave con una demanda por encima de lo esperado.
Las Mac también aportaron lo suyo con más de 8 mil millones en ingresos. Pero el plato fuerte fue el área de servicios -como App Store, iCloud, Apple Music- que generó 27,42 mil millones de dólares, su máximo histórico.
Eso sí, no todo fue color de rosa: las ventas de iPads bajaron un 6,5% y las de wearables (como el Apple Watch) cayeron un 8,5%. Aun así, los números generales superaron todas las expectativas.
El CEO Tim Cook advirtió sobre el impacto de los aranceles: solo en este trimestre le costaron a la empresa 800 millones de dólares, y podrían superar los 1.100 millones en el siguiente. No es un detalle menor para una compañía que fabrica en Asia y vende con precios premium.
Muchos cuestionan las cifras oficiales sobre el costo de fabricación de los iPhone. Se rumorea que el margen real es muchísimo más alto, considerando que incluso los revendedores siguen ganando. Pero mientras la gente siga comprando, Apple sigue facturando a lo grande.