El acuerdo multimillonario entre Tesla y Samsung por 16.500 millones de dólares ha generado revuelo en el mundo tech, pero según Morgan Stanley, tendrá un impacto mínimo en TSMC, el actual rey de los semiconductores.
Samsung fabricará los chips AI6 de próxima generación para Tesla utilizando tecnología de 2 nanómetros en su planta de Austin, Texas. Estos chips se usarán tanto en los vehículos con el sistema Full Self Driving (FSD) como en los robots humanoides de la compañía, convirtiéndose en el primer chip de Tesla que servirá para ambas plataformas.
La noticia hizo que las acciones de Samsung subieran un 6% en la bolsa de Corea del Sur. Morgan Stanley estima que este contrato podría aumentar el valor de mercado de Samsung en hasta 50.000 millones de dólares, especialmente por el mejor uso de su fábrica texana, que venía con retrasos y poca actividad.
¿Y TSMC? Según el banco, perdería solo un 1% de sus ingresos, ya que continuará siendo proveedor de chips para Tesla y también para xAI, la otra empresa de inteligencia artificial de Elon Musk. TSMC mantiene su ventaja con mayor eficiencia, rendimiento y fiabilidad en la producción.
El propio Musk comentó en redes sociales que los 16.500 millones son solo una cifra base, y que lo más relevante es que Samsung permite que Tesla participe activamente en el proceso de fabricación, algo inusual en la industria.
Mientras Samsung apunta a lanzar los chips A16 en 2027, TSMC prepara el estreno de sus A15 en enero de 2026. A pesar de que Samsung logró un contrato importante, la corona tecnológica sigue en manos taiwanesas.
En resumen: Samsung suma puntos con Tesla, Musk avanza con sus ambiciones robóticas, pero TSMC apenas lo siente. Por ahora, sigue mandando.