Cloudflare ha acusado públicamente a Perplexity AI de acceder de forma oculta a sitios web que estaban protegidos contra rastreadores, lo que ha desatado una fuerte polémica en torno a la ética de la inteligencia artificial.
Según Cloudflare, Perplexity burló archivos robots.txt
, disfrazó su identidad y utilizó servicios externos para pasar desapercibida.
Como parte de su investigación, Cloudflare creó una página trampa, no indexada y con restricciones explícitas para bots. A pesar de esto, afirman que Perplexity logró acceder al contenido y mostrarlo en sus resultados, lo que demostraría prácticas no autorizadas de scraping.
Perplexity ha negado rotundamente las acusaciones. La empresa sostiene que el informe está mal interpretado, sin evidencia sólida, y carece de transparencia. Asegura que Cloudflare exageró los hallazgos para crear alarma.
Cloudflare, sin embargo, tomó medidas inmediatas: eliminó a Perplexity de su lista de bots verificados y anunció que reforzará su sistema para evitar abusos. Su CEO, Matthew Prince, incluso propuso cobrar a las empresas de IA por acceder a contenidos alojados en sus servidores.
Este incidente pone sobre la mesa un debate más amplio: ¿cómo obtienen los datos las IA y dónde están los límites? A medida que estas tecnologías avanzan, la batalla por el control, la transparencia y la monetización del contenido digital no hace más que intensificarse.
1 comentario
Me parece bien que Cloudflare les ponga un alto 👏