Krafton respondió a la demanda presentada por los antiguos responsables de Subnautica 2, desestimando sus acusaciones y afirmando que intentaron obtener un pago injusto. La demanda fue presentada por el ex-CEO de Unknown Worlds, Ted Gill, y los cofundadores Charlie Cleveland y Max McGuire. Ellos afirman que Krafton retrasó deliberadamente el desarrollo de Subnautica 2 para evitar pagar un bono de 250 millones de dólares, que habría sido entregado si el juego se hubiera lanzado a tiempo y alcanzado ciertas metas de ventas. 
En su respuesta, Krafton niega estas acusaciones y explica que Cleveland y McGuire abandonaron sus cargos para enfocarse en proyectos personales, mientras que Gill se centró en asegurar el bono en lugar de desarrollar el juego.
Además, Krafton afirma que, en 2023, los fundadores estaban cada vez más alejados del desarrollo del juego, y Cleveland declaró públicamente que había dejado los videojuegos para dedicarse al cine. A pesar de una evaluación interna en marzo de 2024 que mostró que el juego no tenía contenido nuevo y avanzaba lentamente, Krafton asegura que los responsables no asumieron su responsabilidad por la situación. La compañía también afirma que Cleveland y McGuire intentaron lanzar el juego antes de tiempo para asegurar su bono, a pesar de las preocupaciones sobre su calidad. La respuesta de Krafton sugiere que los exresponsables intentaron lanzar el juego sin la compañía para quedarse con el bono.
Este conflicto comenzó en julio, cuando Krafton anunció que reemplazaría a los responsables de Unknown Worlds con Steve Papoutsis, ex-CEO de Striking Distance. Poco después, surgieron informes de que el bono de 250 millones de dólares podría no ser pagado, lo que generó dudas sobre las razones del despido de los responsables. Aunque Krafton afirmó que la razón del retraso del juego fue la falta de preparación, documentos filtrados indicaron que Unknown Worlds recibía comentarios que sugerían que el juego no estaba listo para su lanzamiento. Con la situación aún indefinida, parece que la batalla legal continúa.