SpaceX ha presentado una actualización significativa para su cohete Starship Super Heavy, con la introducción de enormes aletas en rejilla que se utilizarán para capturar el mayor propulsor de cohete del mundo.
Estas nuevas aletas forman parte del ambicioso plan de SpaceX para capturar el propulsor Super Heavy directamente con la torre de lanzamiento, algo nunca antes visto en la ingeniería de cohetes.
El propulsor Super Heavy es una pieza clave del programa Starship, que tiene como objetivo crear el cohete más grande jamás construido. A principios de este año, SpaceX logró capturar su propulsor Super Heavy tres veces, a pesar de algunos desafíos, incluido un fallido aterrizaje en el océano durante el último vuelo de prueba. La compañía ha logrado grandes avances en la mejora de la fiabilidad del cohete, tras superar problemas con los motores y la separación de etapas.
Las aletas en rejilla juegan un papel fundamental en esta innovación. Ahora son un 50 % más grandes y fuertes que los modelos anteriores, y permiten controlar el propulsor con solo tres aletas en lugar de cuatro. Esto permite volar el propulsor en ángulos más pronunciados durante la reentrada, reduciendo la fricción del aire y ahorrando combustible.
Además de mejorar el rendimiento en vuelo, las nuevas aletas tendrán un papel clave en la captura del propulsor en la torre de lanzamiento. Al modificar la ubicación de las aletas y agregar un nuevo punto de captura, SpaceX ha diseñado un sistema que permite que las aletas se enganchen a la torre, lo que garantizará que el propulsor pueda ser reutilizado en futuros vuelos.
A pesar de estas mejoras, el siguiente paso para SpaceX será probar el vuelo Starship Flight 10, con la etapa superior de la nave recientemente sometida a pruebas de motores antes de su próximo lanzamiento.