La serie iPhone 17 se presentará en septiembre y, como siempre, los rumores no paran de crecer. Uno de los más comentados es la posible llegada de la carga inalámbrica inversa en los modelos iPhone 17 Pro y Pro Max. Suena ideal: poner los AirPods o el Apple Watch sobre el iPhone y cargarlos en cualquier parte.
Pero hacerlo realidad no es tan fácil.
Por qué Apple aún no la ha incluido
Apple suele esperar para lanzar funciones hasta que puede ofrecer una experiencia impecable. En Android, la carga inversa suele ser lenta, consume mucha batería y apenas sirve para emergencias. Nada que encaje con el famoso lema de Cupertino: “funciona sin más”. En cambio, Apple se ha centrado en MagSafe y en el nuevo estándar Qi2, que gracias a sus imanes logra recargas rápidas y seguras.
El problema es que esos mismos imanes complican la carga inversa. Google lo reconoció y eliminó la función en el Pixel 10 para dar paso a su sistema magnético PixelSnap. Samsung, en cambio, sigue ofreciendo carga inversa en sus Galaxy, pero usando el estándar Qi antiguo, menos eficiente que Qi2.
¿Es posible combinar Qi2 e inversa?
No todo está perdido. Algunos fabricantes ya trabajan en soluciones. El HMD Skyline, por ejemplo, ofrece Qi2 y carga inversa, aunque con limitaciones. Esto demuestra que la tecnología es viable, pero exige ingeniería muy cuidada.
¿Llegará al iPhone 17 Pro?
Hay pistas de que Apple lo está estudiando. Se habla de que los próximos AirPods Pro podrían dejar el cable por completo y depender solo de la carga inalámbrica. En ese escenario, poder recargarlos directamente desde el iPhone sería comodísimo.
El problema es que Apple tendría que hacer concesiones: un teléfono un poco más grueso, modificar el sistema magnético o añadir una bobina más compleja. Todo lo contrario de su filosofía de diseño actual. Por eso, muchos analistas creen que Apple retrasará la función hasta poder ofrecerla sin compromisos.
Conclusión
Si el iPhone 17 Pro llega con carga inversa, sería una revolución dentro del ecosistema de Apple. Pero si la función no aparece aún, tampoco sorprenderá: la compañía prefiere hacerlo tarde, pero bien.