El Google Pixel 10 llega como el nuevo referente en fotografía móvil, pero cuando se trata de vídeo, la historia es distinta. 
Las fotos son rápidas y espectaculares, pero al pasar a grabar se nota de inmediato el talón de Aquiles de la serie: Video Boost.
La función debutó con el Pixel 8 Pro y fue presentada como una revolución: grabar un clip, enviarlo a la nube de Google y recibir de vuelta una versión mejorada con menos ruido, más brillo y una calidad casi cinematográfica. Incluso permitió un modo «Night Sight» para vídeo que prometía transformar grabaciones nocturnas.
Sobre el papel sonaba increíble, pero la realidad fue otra. En el Pixel 8 Pro un vídeo de 30 segundos podía tardar horas en procesarse y multiplicar su tamaño de 90 MB a más de 1 GB. Además, muchos clips perdían las mejoras al subirlos a YouTube o Drive. Y lo peor: sólo funcionaba con la cámara principal, dejando fuera el ultra gran angular y el teleobjetivo.
Con el Pixel 10 y el nuevo chip Tensor G5 se esperaba una experiencia fluida. Sin embargo, las pruebas actuales muestran que poco ha cambiado: procesar un vídeo aún puede tardar casi 20 horas y la dependencia de la nube sigue intacta. En un teléfono premium de 2025, esto resulta inaceptable, sobre todo cuando el iPhone y otros rivales ofrecen vídeos de alta calidad al instante.
Eso sí, en condiciones de poca luz Video Boost logra buenos resultados: vídeos más claros y con menos ruido. Pero bajo buena iluminación, el efecto suele arruinar la imagen: sombras artificiales, luces quemadas y tonos de piel exageradamente saturados. En vez de resolver el problema histórico de los Pixel con el vídeo, la función lo expone aún más.
Así, el Pixel 10 sigue siendo un campeón en fotografía, pero un dispositivo poco confiable para vídeo. Hasta que Video Boost funcione en todas las cámaras, procese directamente en el dispositivo y no infle los archivos, seguirá siendo un teléfono para fotógrafos y no para creadores de vídeo.
A futuro, si los próximos chips Tensor logran llevar Video Boost al dispositivo, la historia podría cambiar. De momento, quienes buscan calidad de vídeo probablemente encontrarán mejores opciones en otros fabricantes.