Si tu Pixel u otro dispositivo con Android 16 dejó de sonar cuando entran notificaciones nuevas, tranquilo: no eres el único. 
La actualización lanzada por Google en junio trajo varias funciones interesantes, pero también un fallo bastante molesto que afecta justo a lo más básico: los avisos sonoros.
El problema empezó a comentarse en el Issue Tracker de Google. Básicamente, si ya tienes una notificación en la barra, cualquier otra que llegue después entra en silencio, sin vibración ni sonido. Da igual si tienes el volumen al máximo, el teléfono no emite nada. Para volver a escuchar un aviso, toca borrar todas las notificaciones pendientes primero. El fallo ha sido confirmado en varios modelos, desde el Pixel 6 hasta la nueva serie Pixel 10.
Para algunos puede ser solo una incomodidad, pero para quienes dependen de alertas inmediatas es algo serio. Un despertador que no suena, una cámara de seguridad que manda un aviso silencioso o un sensor de glucosa que debería notificar al instante: todo eso se vuelve un riesgo cuando no hay sonido. Un usuario lo resumió claro: “si mi monitor de glucosa manda alerta y el móvil no suena, no es un bug, es un peligro para la salud”.
El 7 de agosto Google reconoció oficialmente el problema. La compañía explicó que ya lo corrigió internamente y que llegará en una de las próximas actualizaciones trimestrales. El detalle es cuándo: podría aparecer en QPR1 este mismo mes o retrasarse hasta QPR2 en diciembre. Mientras tanto, muchos usuarios buscan soluciones temporales. Algunos prueban apps como Notification Manager, que intentan forzar los avisos, mientras otros simplemente vacían la barra cada poco rato para no perderse el siguiente sonido.
No es un fallo exclusivo de Android. Usuarios de iPhone ya vivieron problemas similares tras actualizaciones de iOS, y la capa One UI de Samsung también tuvo sus tropiezos. Los sistemas móviles son tan complejos que, aunque se hagan miles de pruebas, siempre terminan apareciendo bugs inesperados en el uso real. Lo normal es que estas cosas se arreglen en parches menores en un par de meses, pero eso no consuela a quien depende de las notificaciones hoy.
La parte positiva es que Google no hizo oídos sordos. Reconoció rápido el bug y prometió la solución. El problema es la espera hasta que llegue la actualización. Por ahora, los dueños de Pixel tendrán que estar más atentos, revisar la barra de notificaciones seguido y no confiarse solo en el sonido.
En el fondo, esta historia recuerda que cada innovación trae también sus dolores de cabeza. Android 16 trajo funciones muy útiles, pero la estabilidad sigue siendo tan importante como las novedades. Ahora Google tiene el reto de demostrar que puede ofrecer ambas cosas a la vez.