Sony vuelve a estar en el ojo de la tormenta con una decisión que ha molestado a muchos de sus seguidores: la función de usar el Xperia 1 como monitor externo conectado a cámaras Sony Alpha ahora está bloqueada tras una suscripción. Durante años, este recurso fue uno de los principales ganchos de marketing de la marca, mostrando cómo un teléfono podía convertirse en herramienta profesional para fotógrafos y videógrafos gracias a la conexión directa por USB sin retrasos notables. Pero esa ventaja ya no es gratuita.
Desde la versión 2.4.0 de la app Monitor & Control, el modo con cable solo está disponible en el plan de pago: 5 dólares al mes o 50 al año.
El modo inalámbrico sigue siendo gratis, aunque con tanta latencia que resulta casi inútil para un uso serio. Para quienes ya pagan más de 1.200 € por un Xperia – que en varios países europeos solo se vende en la tienda online oficial de Sony – , la medida se percibe como un abuso.
El software funciona también en móviles de otras marcas como Samsung Galaxy, Google Pixel, Xiaomi, Oppo, Vivo e incluso en iPhone y iPad, pero la transmisión de alta resolución vía UVC (USB Video Class) es exclusiva de los Xperia. Lo que antes era un argumento de venta ahora se ve como un ejemplo más de cómo Sony sabotea su propio hardware con decisiones de software cuestionables.
La reacción no tardó en llegar. Muchos usuarios lo calificaron de estafa: cobrar una cuota mensual por algo ya integrado en el dispositivo. Otros señalan que basta con descargar una versión anterior de la app en sitios como APKMirror para mantener la función gratis. Aun así, la señal es preocupante: compras un móvil de gama alta, pero no tienes acceso completo a lo que ofrece sin pasar por caja otra vez.
Los analistas coinciden en que movimientos como este explican por qué la división de smartphones de Sony sigue a la deriva. Aunque la compañía insista en que Xperia es un “negocio importante”, cada decisión como esta erosiona la confianza y aleja a los pocos fieles que quedan, especialmente los creadores de contenido que veían en Xperia una herramienta de trabajo.
Queda por ver si la estrategia de las suscripciones dará ingresos reales o si solo acelerará la caída de la línea Xperia. Lo único claro es que un antiguo valor añadido se transformó en un motivo de frustración.