Nintendo vuelve a dejar claro por qué tiene fama de ser una de las compañías más duras a la hora de proteger su propiedad intelectual. La empresa japonesa alcanzó un acuerdo extrajudicial de 2 millones de dólares con Ryan Daly, dueño de la tienda online Modded Hardware, acusada de vender modchips y consolas Nintendo Switch modificadas.
Con esta decisión, Nintendo reafirma su estrategia de mano dura frente a la piratería, los emuladores y cualquier intento de saltarse las medidas de seguridad de sus productos.
El conflicto comenzó en marzo de 2024, cuando Nintendo advirtió a Daly que debía detener la venta de dispositivos de elusión. Aunque al principio pareció acatar la petición, pronto quedó claro que seguía ofreciendo tanto los chips como un servicio de envío de consolas ya modificadas. En julio, la compañía presentó una demanda formal, acusándolo de reincidir pese a las advertencias. Daly negó haber cometido irregularidades y aseguró que estaba buscando representación legal, pero finalmente optó por llegar a un acuerdo en lugar de enfrentarse a un juicio prolongado.
El pacto obliga a Daly a pagar 2 millones de dólares y a aceptar una orden judicial permanente. Desde ahora, no podrá vender, modificar ni promocionar consolas hackeadas, ni siquiera compartir información sobre cómo hacerlo. En la práctica, esto significa el cierre definitivo de Modded Hardware. Para Nintendo, es un triunfo más dentro de una larga lista de procesos destinados a blindar el ecosistema de Switch.
Este caso se suma a otras acciones recientes: la ofensiva contra el emulador Yuzu, demandas contra streamers que emitían juegos pirateados y disputas con desarrolladores cuyos proyectos se consideraban una amenaza para las marcas de la compañía. Los críticos creen que Nintendo exagera y limita la creatividad de la comunidad, pero sus defensores aseguran que estas medidas son necesarias para proteger las inversiones y el trabajo de los desarrolladores.
En definitiva, el mensaje es contundente: modificar una Switch puede parecer inofensivo, pero significa ponerse directamente en el punto de mira de los abogados de Nintendo. Y todo indica que la empresa no piensa aflojar en esta batalla.