El mes pasado Google presentó oficialmente su nueva familia de teléfonos Pixel 10, compuesta por el Pixel 10, el Pixel 10 Pro, el Pixel 10 Pro XL y el arriesgado Pixel 10 Pro Fold. El lanzamiento a la venta llegó a finales de agosto, y como es habitual, la comunidad tecnológica no tardó en analizar cada detalle. 
Uno de los temas que más ruido ha generado es la desmontada del Pixel 10 Pro XL, que deja claro que la compañía empieza a tomarse más en serio la reparabilidad de sus dispositivos.
Zack, del popular canal de YouTube JerryRigEverything, fue el encargado de mostrar en vídeo cómo se ve por dentro el Pixel 10 Pro XL. Su desmontaje detallado pone de relieve que Google ha introducido mejoras reales respecto a generaciones anteriores. Lo más destacado: la batería. Durante años cambiar la batería en un Pixel era una tarea frustrante, con adhesivos complicados y pegamentos difíciles de quitar. Ahora, el nuevo diseño permite retirarla con mucha más facilidad, lo que supone un avance importante en términos de durabilidad y ahorro en reparaciones.
No obstante, no todos coinciden con el entusiasmo de Zack. En iFixit, referente mundial en guías de reparación, reconocen los progresos pero consideran que aún falta bastante para hablar de una revolución. Si bien la batería se sustituye sin mayor problema, otros componentes siguen estando menos accesibles. Para alcanzar cualquier pieza interna que no sea la pantalla, hay que abrir el dispositivo desde la parte trasera. En cambio, la sustitución del display es sorprendentemente sencilla, pues solo está unido por un cable y se retira desde la parte frontal sin complicaciones.
En cuanto a especificaciones, el Pixel 10 Pro XL no se queda corto. Ofrece 16 GB de RAM, almacenamiento de hasta 512 GB y precios que lo colocan directamente en la liga de los iPhone 15 Pro Max y Galaxy S24 Ultra. Está claramente enfocado al mercado premium, sobre todo en Europa y Reino Unido. Pero el hecho de que Google haya dado pasos para hacerlo más fácil de reparar puede convertirse en un factor diferenciador a largo plazo, en un contexto donde los usuarios valoran cada vez más los dispositivos que duran más tiempo sin necesidad de reemplazo.
El resto de la gama también tiene su atractivo: el Pixel 10 básico como opción más asequible, el Pixel 10 Pro como hermano potente pero más compacto del XL, y el Pixel 10 Pro Fold como la gran apuesta de Google en el terreno de los plegables. Todos ellos integran cámaras renovadas, funciones de inteligencia artificial más avanzadas y una política de soporte de software más extensa.
En conclusión, la desmontada del Pixel 10 Pro XL confirma que Google está avanzando en la dirección correcta. No es aún el teléfono más fácil de reparar del mercado, pero el simple hecho de que la batería se pueda cambiar sin complicaciones ya representa una mejora notable para los usuarios.