El nuevo iPhone Air de Apple ya está disponible para reservar en más de 60 países, pero en China, uno de los mercados más estratégicos de la compañía, el lanzamiento se ha frenado inesperadamente. 
Mientras en el resto del mundo los usuarios ya pueden hacer sus pedidos, en la tienda oficial de Apple en China aparece únicamente el mensaje: «La información de lanzamiento se actualizará más adelante».
El motivo no es la producción, sino la regulación. Según el South China Morning Post, el problema radica en que el iPhone Air se comercializa únicamente con eSIM, sin ranura para tarjeta física. La eSIM es una alternativa digital que permite cambiar de operador sin necesidad de extraer ni insertar un chip. Aunque en muchos países ya se ha consolidado, en China las autoridades aún no han dado luz verde al uso exclusivo de esta tecnología.
Apple ha asegurado que los tres principales operadores chinos – China Mobile, China Unicom y China Telecom – están preparados para activar el servicio eSIM en el iPhone Air. Sin embargo, hasta que los organismos reguladores den su aprobación oficial, el dispositivo no podrá salir al mercado. Esta indefinición ha generado descontento entre los consumidores, sobre todo después de que Apple anunciara que las reservas en China comenzarían al mismo tiempo que en el resto del mundo.
En otros mercados, Apple presenta la eliminación de la bandeja SIM como un avance que deja más espacio para una batería de mayor capacidad, lo que se traduce en más horas de autonomía. Analistas destacan que este movimiento responde a la estrategia de la compañía de impulsar dispositivos más delgados y totalmente digitales. No obstante, también implica dificultades en países con normativas más estrictas o donde los usuarios siguen dependiendo de las tarjetas físicas.
En Europa, los precios ya se conocen: la versión con 256 GB y 12 GB de RAM se vende por €1.199 (£999), mientras que el modelo de 512 GB alcanza los €1.449 (£1.199). Con estos valores, Apple posiciona al Air como un smartphone premium dirigido a quienes buscan alto rendimiento y batería de larga duración.
De momento, los consumidores chinos deberán esperar noticias oficiales. Los expertos consideran que la aprobación terminará llegando, dado que las operadoras ya están listas, pero este retraso refleja lo complejo que resulta introducir innovaciones en mercados con regulaciones particulares.