Escape from Tarkov, el infame shooter táctico de extracción que lleva en acceso anticipado desde 2017, finalmente se prepara para salir en su versión 1.0 el 15 de noviembre de 2025. El anuncio vino acompañado de otra novedad muy esperada: el juego aterrizará oficialmente en Steam. 
Sin embargo, lo que debería ser motivo de celebración se convirtió en polémica inmediata: Battlestate Games confirmó que incluso los jugadores veteranos tendrán que comprarlo de nuevo si quieren jugarlo a través de la plataforma de Valve.
El FAQ oficial es directo: “Para jugar Escape from Tarkov en Steam, debes comprar alguna edición del juego en Steam”. La cuenta de Battlestate puede vincularse con la de Steam, y si las ediciones no coinciden, se activa automáticamente la de mayor rango. En la práctica significa que si posees la Edge of Darkness (la edición premium de 120 dólares), conservarás todo aunque compres en Steam solo la versión estándar. Para la comunidad, esto no es consuelo: pagar de nuevo para usar las funciones de Steam – logros, reseñas, integración social – parece un abuso.
Las críticas no se hicieron esperar. Jugadores acusan al estudio de “avaro” y “poco respetuoso”. Señalan que otros desarrolladores, como los de Path of Exile 2, entregaron claves gratuitas en Steam a quienes ya habían comprado el juego antes. Aquí, en cambio, se percibe como un cobro extra por la misma cuenta, solo para abrir el juego con otro icono.
Otro punto de fricción son las reseñas. Durante años, muchos veteranos soñaron con la llegada de Tarkov a Steam para poder dejar constancia de sus frustraciones. Tras actualizaciones polémicas como el Hardcore Wipe del verano pasado – que ralentizó la progresión, quitó misiones y endureció la dificultad – , Steam parecía el espacio perfecto para expresar el malestar. Pero solo los propietarios en Steam pueden opinar. Eso significa que quienes han vivido todos los vaivenes del desarrollo quedarán en silencio, mientras las valoraciones las pondrán jugadores nuevos, que verán el producto final sin el historial de decepciones.
Por otro lado, algunos creen que el drama es exagerado. El juego sigue funcionando en el launcher de Battlestate, nadie pierde acceso. Se compara con las consolas: un disco de PlayStation no funciona en Xbox, aunque sea el mismo título. Además, dicen, nadie tiene “derecho adquirido” a una copia gratis en otra tienda. Para ellos, la indignación refleja más la actitud mimada de ciertos gamers que un problema real.
La discusión tomó también un matiz político. Un sector recuerda las supuestas conexiones de Battlestate con la industria militar rusa y con mensajes afines al Kremlin. Para estos críticos, no es solo un tema de pagar doble, sino de financiar a un estudio con posturas cuestionables mientras exprime a su comunidad.
Defensores del estudio argumentan que la comunidad de Tarkov se ha vuelto tan tóxica que cualquier decisión sería recibida con odio. Según ellos, si se regalaban claves, el apartado de reseñas se llenaría de negativos de usuarios inactivos que hace años dejaron el juego pero aún guardan rencor. De esta forma, Battlestate busca que las valoraciones reflejen la experiencia actual de la versión 1.0 y no los problemas acumulados del pasado.
Aun así, la mala imagen pesa. Escape from Tarkov construyó su base de seguidores sobre wipes duros, bugs y la paciencia de esperar años por un lanzamiento oficial. Para muchos, al menos un descuento o una muestra de agradecimiento habría sido lo justo. Sí, se puede añadir Tarkov a la biblioteca de Steam manualmente como “juego que no es de Steam”, pero sin logros, reseñas ni funciones de comunidad, la experiencia no es comparable.
El caso refleja un dilema clásico: cuando un título de acceso anticipado pasa a lanzamiento completo, ¿cómo debe tratar a quienes lo apoyaron desde el inicio? Battlestate optó por una respuesta clara: si quieres Steam, paga otra vez. La reacción definitiva de los jugadores se verá el día del estreno, cuando lleguen las primeras reseñas.