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Cuando la comedia choca con la censura: Disney, la FCC y la suspensión de Jimmy Kimmel

por ytools
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Cuando la comedia choca con la censura: Disney, la FCC y la suspensión de Jimmy Kimmel

Cuando la comedia choca con la censura: Disney, la FCC y la suspensión de Jimmy Kimmel

El 17 de septiembre de 2025, la cadena ABC sorprendió a la audiencia al suspender indefinidamente el programa Jimmy Kimmel Live!. La medida llegó tras un monólogo del presentador sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Lo que pudo haber quedado como una polémica televisiva se convirtió rápidamente en un debate nacional sobre la libertad de expresión, la presión política y el papel de los gigantes mediáticos en tiempos polarizados.

El monólogo que encendió la mecha

Durante su intervención, Jimmy Kimmel acusó a los seguidores de Donald Trump de intentar desvincularse del asesino de Kirk y describió la reacción del expresidente como “la de un niño de cuatro años llorando por un pez dorado”. Sus palabras, cargadas de ironía, generaron indignación en sectores conservadores y pusieron a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en el centro de la tormenta.

La presión del regulador

El presidente de la FCC, Brendan Carr, condenó el discurso de Kimmel y lo calificó como “una de las conductas más repulsivas posibles”. Además, advirtió que cadenas como ABC –propiedad de Disney– debían “tomar medidas” o enfrentar consecuencias. En un país donde las licencias de emisión dependen del visto bueno federal, estas declaraciones fueron vistas como una amenaza directa.

Disney bajo la lupa

ABC respondió de inmediato retirando el programa de la parrilla, lo que para muchos analistas fue un acto de autocensura. Oficialmente se habló de proteger la reputación de la cadena, pero la decisión fue percibida como una rendición ante la presión política. Donald Trump celebró la suspensión, asegurando que Kimmel tenía “malos índices de audiencia” y que “nunca fue un hombre con talento”. Incluso sugirió que las cadenas críticas hacia él deberían perder sus licencias de transmisión.

Las voces de Hollywood

La reacción en el mundo del espectáculo no tardó en llegar. Mark Hamill, el eterno Luke Skywalker, escribió en redes sociales: “Dar tu dinero del almuerzo a un matón solo garantiza que volverá por más. Todos debemos defender la Primera Enmienda”. Con ironía agregó: “Por cierto, este ex empleado de Disney cree que Jimmy Kimmel es muy talentoso y divertido”.

El ex director ejecutivo de Disney, Michael Eisner, también criticó la medida y la calificó de “intimidación fuera de control”. Para Eisner, la suspensión demostró una preocupante falta de liderazgo frente a las amenazas de la administración y de la FCC.

Los actuales rostros de Disney se suman

Pedro Pascal, protagonista de The Mandalorian y de la nueva Los Cuatro Fantásticos, declaró públicamente que “se mantiene firme junto a Kimmel”, defendiendo la democracia y la libertad de expresión. Mark Ruffalo, conocido como Hulk en el Universo Cinematográfico de Marvel, advirtió que “las acciones de Disney caerán mucho más si cancelan definitivamente el programa”. Y remató: “Disney no quiere ser recordada como la empresa que rompió América”.

Otras figuras, como Marisa Tomei y Tatiana Maslany, se pronunciaron en la misma línea, mostrando que el malestar no era aislado sino compartido por buena parte del talento vinculado a Disney.

El ángulo político

Mientras Trump insistía en que todo se debía a los ratings y no a la censura, el expresidente Barack Obama intervino en la discusión con un mensaje directo: “Después de años quejándose de la cultura de la cancelación, la actual administración la ha llevado a un nivel peligroso, amenazando rutinariamente con sanciones a los medios que no silencian a sus críticos”.

Más allá del show nocturno

El caso Kimmel es mucho más que la suspensión de un programa de entretenimiento. Refleja cómo la sátira puede convertirse en blanco de la política y cómo las empresas mediáticas navegan entre proteger su negocio y garantizar la libertad creativa. Para Disney, la decisión abre un debate interno sobre credibilidad y liderazgo. Para la sociedad, se trata de un recordatorio de lo vulnerable que puede ser la libertad de expresión cuando se combina presión política con intereses corporativos.

Lo que viene

El futuro de Jimmy Kimmel Live! es incierto: ¿será restituido? ¿Avanzará la FCC en medidas punitivas? ¿Reconsiderará Disney su postura? Lo único claro es que este episodio ya se ha convertido en símbolo de un choque más amplio entre comedia, censura y poder político en Estados Unidos.

Foto: Rich Fury/Getty Images

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