El mercado de procesadores para smartphones con aceleración de inteligencia artificial integrada está viviendo un crecimiento explosivo. Según datos de Counterpoint Research, en 2025 los envíos de chipsets con soporte para IA generativa aumentarán un 74 % respecto al año pasado.
Esto confirma que la IA ya no es un extra exclusivo de los móviles premium, sino un componente casi obligatorio en toda la industria.
La llamada IA generativa (GenAI) abarca modelos capaces de producir texto, imágenes, audio o video directamente en el dispositivo, sin depender de la nube. Esta capacidad mejora la velocidad, reduce la latencia y ofrece mayor privacidad. Counterpoint estima que el 35 % de todos los chipsets enviados este año estarán preparados para IA.
Apple lidera el mercado con una cuota del 46 %, impulsada por el chip A19 Pro en los próximos iPhone. Qualcomm le sigue con un 35 % gracias al Snapdragon 8 Elite Gen 5, mientras que MediaTek se queda con un 12 % con su Dimensity 9500. En la gama alta, la integración de GenAI se ha vuelto casi universal: el 88 % de los procesadores premium de 2025 tendrán soporte, lo que supone un incremento interanual del 53 %.
El fenómeno también alcanza la gama media, entre 300 y 499 dólares, que triplicó su volumen respecto a 2024. Ahora representa el 38 % de todos los smartphones con IA. Qualcomm domina esta franja con un 57 % gracias a las series Snapdragon 7 y 6, mientras que MediaTek empuja con la familia Dimensity 8000.
Los usuarios, sin embargo, no están tan convencidos. Muchos sienten que la IA se impone más que se elige: los fabricantes la incluyen por defecto, como antes pasó con etiquetas de “5G” o “pantalla Retina”. Para algunos, las funciones actuales son poco útiles y se limitan a trucos para estudiantes o creadores de contenido. Otros recuerdan cómo internet fue considerado al inicio algo innecesario y hoy resulta indispensable. En cualquier caso, lo cierto es que la inteligencia artificial en los smartphones ya no es opcional: es la nueva normalidad.