El mundo de los smartphones vuelve a sorprender: un misterioso buque insignia con el nuevo Snapdragon 8 Elite Gen 5 estaría siendo probado con una batería de 9.000 mAh.
Sí, leíste bien: nueve mil miliamperios en un teléfono, algo impensable hace apenas unos años. Gracias a los avances en las baterías de silicio-carbono, la industria parece haber encontrado la fórmula mágica para combinar potencia bruta y autonomía real.
La filtración proviene del conocido informante chino Digital Chat Station, quien aseguró en Weibo que un fabricante ya está experimentando con este colosal prototipo
. No se sabe todavía qué marca está detrás del proyecto, pero si el rumor es cierto, estamos ante una proeza de ingeniería: integrar una batería de casi 10.000 mAh en un smartphone premium con cámaras enormes, refrigeración avanzada y un procesador de última generación es todo un desafío técnico.
Por ahora, el Xiaomi 17 Pro Max ostenta el récord con una batería de 7.500 mAh, aunque apenas supera al iPhone 17 Pro Max por unos minutos en pruebas de drenaje, lo que deja claro que Qualcomm sigue teniendo problemas con la eficiencia energética de sus chips. La empresa parece haber sacrificado duración por rendimiento puro, y eso ha sido una queja recurrente entre los usuarios más exigentes.
Sin embargo, una batería de 9.000 mAh podría cambiar las reglas del juego. Con esa capacidad, incluso los chips más glotones podrían ofrecer jornadas completas de uso intensivo – juegos, video, fotografía o redes sociales – sin preocuparse por el cargador. La clave está en la química de silicio-carbono, que permite aumentar la densidad energética sin agrandar demasiado el dispositivo. Los fabricantes chinos ya se lanzaron de lleno a esta tecnología y no piensan aflojar.
De hecho, Realme ya presentó un concepto de smartphone con una batería de 15.000 mAh, apenas más grueso que el iPhone 16 Pro Max. Aunque era un equipo de gama media, demostró hasta dónde puede llegar la innovación actual. No sería raro que el misterioso modelo con 9.000 mAh perteneciera a marcas como Xiaomi, Vivo o Nubia, pioneras en este tipo de desarrollos.
Si los rumores se confirman, podríamos estar al borde de una nueva era: teléfonos que combinan potencia extrema y autonomía real. Hace unos años, una batería así sonaba ridícula; hoy, parece el siguiente paso lógico. El futuro de los smartphones no solo será más rápido, también será mucho más duradero – y con silicio-carbono bajo el capó.