China está completamente obsesionada con el nuevo iPhone Air, el iPhone más delgado y ligero que Apple ha lanzado en toda su historia. El pasado viernes 17 de octubre, el modelo salió oficialmente a la venta y, en cuestión de horas, se agotó en todo el país. Según el South China Morning Post, las preventas desaparecieron en menos de dos horas: todas las versiones de color y almacenamiento quedaron fuera de stock tanto en la tienda oficial de Apple como en Tmall.
El furor fue tan grande que incluso superó la demanda vista en Estados Unidos y Europa durante su lanzamiento inicial.
Con un precio inicial de 7.999 yuanes (aproximadamente 1.122 dólares), el iPhone Air no es precisamente económico, pero eso no frenó a los compradores chinos. Forma parte de la nueva línea iPhone 17, presentada en septiembre junto al modelo base y las versiones Pro y Pro Max. Este año Apple decidió prescindir del modelo Plus y apostar por algo diferente: el Air, un experimento enfocado en el diseño ultradelgado y la elegancia. Y el nombre le queda perfecto, porque este dispositivo parece literalmente hecho de aire.
El lanzamiento en China se retrasó debido a que el iPhone Air funciona exclusivamente con eSIM y no tiene ranura para tarjetas SIM físicas. La venta no pudo concretarse hasta que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información del país aprobó oficialmente el uso comercial de eSIM. Apenas se dio luz verde, las tres grandes operadoras – China Mobile, China Unicom y China Telecom – confirmaron su disponibilidad. Este cambio marcó el inicio de una nueva etapa digital en China, y el iPhone Air se convirtió en el primer gran símbolo de esa transición.
Para los consumidores chinos, el Air representa mucho más que un teléfono. Es una muestra del progreso tecnológico, un objeto de diseño y, para muchos, un símbolo de estatus. Mientras que en Occidente los usuarios suelen priorizar batería y rendimiento, en China el diseño y la comodidad pesan más. Y es justo ahí donde el iPhone Air brilla: delgado, ligero, elegante y futurista.
Por supuesto, no todo es perfecto. El gran sacrificio de Apple fue la batería. Para lograr ese perfil tan fino, la compañía redujo su capacidad. Los usuarios más intensivos – los que usan el móvil todo el día, juegan o ven videos constantemente – probablemente tendrán que cargarlo con frecuencia. Aun así, muchos opinan que el Air es lo más innovador que Apple ha presentado en años: un producto diferente, no solo una versión pulida del anterior.
Disponible en cuatro colores – Sky Blue, Light Gold, Cloud White y Space Black – y con opciones de 256 GB a 1 TB de almacenamiento, el iPhone Air conserva la sensación premium típica de la marca. Es un dispositivo hecho para quienes ven la tecnología como parte de su estilo personal, no solo como una herramienta. En un mercado donde el diseño y el prestigio importan tanto, no sorprende que el Air haya volado de los estantes.
En lo personal, me encanta el diseño del Air, pero su batería me parece su mayor defecto. Paso tantas horas pegado al teléfono que tener que cargarlo varias veces al día me resulta frustrante. Tal vez cuando Apple adopte baterías de silicio-carbono, tengamos por fin ese equilibrio ideal entre elegancia y autonomía. Mientras tanto, el iPhone Air es el nuevo objeto de deseo: caro, delgado y con ese toque aspiracional que solo Apple logra. Y, una vez más, es China quien marca el ritmo del mundo tecnológico.