Carretera casi vacía, neón medio fundido sobre una vieja gasolinera y una sensación de que no va a pasar absolutamente nada en toda la noche. 
En Roadside Research esa misma escena es todo lo contrario: bajo el uniforme de los empleados no hay becarios mal pagados, sino un equipo de alienígenas en misión científica que ha elegido la forma más absurda posible de estudiar a la humanidad. El nuevo tráiler mostrado en el Xbox Partner Preview de noviembre confirmó lo esencial: el juego cooperativo de Cybernetic Walrus y Oro Interactive apunta al primer trimestre de 2026 y llegará a PC, Xbox Series X|S y directamente al Xbox Game Pass desde el día uno.
La idea es tan simple que casi da rabia no haberla visto antes. Un pequeño grupo de extraterrestres aterriza en la Tierra y decide infiltrarse no en un gobierno ni en una gran corporación, sino en un anodino área de servicio en mitad de la nada. Para pasar desapercibidos, se colocan máscaras de papel deliberadamente cutres: caras planas, ojos descolocados, sonrisas que parecen recortadas a mano por alguien que solo conoce a los humanos por fotos borrosas. Justo ahí está la gracia. Cuando esos muñecos de cartón empiezan a empujar carros, cobrar en caja y tropezarse entre ellos, el chiste visual funciona al instante.
Gasolinera por fuera, laboratorio alienígena por dentro
Debajo de esa capa de humor hay un juego con una base de gestión bastante clara. En Roadside Research tú y hasta tres personas más sois responsables de que la estación de servicio no colapse: hay que repostar coches que llegan sin avisar, reponer estanterías con snacks y bebidas, preparar comida rápida en la pequeña cocina, limpiar lo que los clientes dejan atrás y, de paso, evitar que todo se convierta en un vertedero con luces de neón.
Pero cada una de esas tareas aparentemente mundanas tiene una segunda lectura. Cada conductor que cruza la puerta es un cliente, sí, pero también un sujeto de estudio. Atender rápido, colocar los productos correctos en el lineal, no liarla en la bomba de gasolina ni servir hamburguesas carbonizadas significa recopilar datos sin levantar sospechas. Mientras tanto, los alienígenas manipulan discretamente gadgets extraños, analizan muestras y registran comportamientos. Si un aparato brillante aparece donde no debería o si el caos en el aparcamiento se sale de control, la tapadera de gasolinera normal empieza a resquebrajarse.
La gracia está en que el juego te obliga a equilibrar esos dos niveles todo el tiempo. Si te centras solo en la ciencia, los clientes se enfadan, se marchan sin pagar o dejan críticas que harían llorar a cualquier gerente. Si solo intentas ser el mejor empleado del mes, avanzas poco en la investigación y tu misión intergaláctica se estanca. Esa tensión permanente entre servicio al cliente y curiosidad científica es lo que da ritmo a cada partida.
Caos cooperativo para hasta cuatro jugadores
Por diseño, Roadside Research está pensado como experiencia social. En sesión cooperativa, cada jugador puede especializarse en una zona distinta, al menos sobre el papel: alguien se encarga de las bombas, otra persona vigila caja y estanterías, un tercero vive prácticamente en la cocina y el último trastea con la tecnología alienígena en la trastienda. En la práctica, todo termina en el caos más delicioso.
Imagina la escena: uno intenta terminar de llenar el depósito de un coche mientras otro atraviesa la tienda con una caja de mercancía y la deja caer justo en la entrada. En la cocina el aceite se desborda porque nadie se acordó de apagar la freidora. Detrás, un aparato alienígena empieza a emitir ruidos raros y luces de colores justo cuando entra un grupo de turistas medio dormidos. La partida se convierte en una comedia de errores donde lo divertido no es hacerlo perfecto, sino ver cómo el equipo intenta salvar las apariencias cuando todo va cuesta abajo.
Para quienes prefieren jugar a su ritmo, el título también ofrece modo en solitario. En ese caso la experiencia se acerca más a una pequeña simulación de gestión con un toque de slapstick: cambias de una tarea a otra, optimizas rutas, vas conociendo los tiempos de los clientes y descubres cómo exprimir la gasolinera sin perder de vista el objetivo científico. Es un buen punto de entrada para entender sistemas antes de invitar a amigos y dejar que el plan perfecto salte por los aires.
Subido a la ola de los nuevos cooperativos raros
Roadside Research aparece en un momento en el que el público está demostrando mucho cariño por juegos cooperativos extraños, fáciles de entender y llenos de historias para contar. En los últimos años, éxitos como Lethal Company, Content Warning, R.E.P.O. o Peak han confirmado que hay hambre de experiencias donde lo importante no es el loot legendario, sino la anécdota que sale después en el grupo de WhatsApp. Este nuevo proyecto encaja de lleno en esa tendencia, pero cambia sustos y monstruos por fluorescentes temblorosos, coches mal estacionados y burocracia interplanetaria detrás del mostrador.
El tráiler mostrado durante el Xbox Partner Preview va directo a ese tono: máscaras de papel que se mueven de manera torpe, objetos que salen volando, clientes mirando alrededor sin entender por qué todo está fuera de sitio y un equipo que intenta mantener una sonrisa profesional mientras el incendio (a veces literal) se extiende. Es fácil imaginar clips virales de turnos desastrosos, discusiones sobre quién dejó la bomba abierta y momentos de risa nerviosa cuando la misión científica se convierte en puro descontrol.
Ventana de lanzamiento, plataformas y Game Pass
En cuanto a planes de lanzamiento, Roadside Research llega con una hoja de ruta clara. Cybernetic Walrus y Oro Interactive apuntan al primer trimestre de 2026 con versiones para PC a través de Steam, para Xbox Series X|S y también para Xbox en PC y nube. El detalle que puede marcar la diferencia es su llegada día uno al Xbox Game Pass, algo especialmente importante para un juego que vive de las risas en grupo y de las partidas improvisadas un viernes por la noche.
Con el juego incluido en la suscripción, proponer una noche de guardia en la gasolinera alienígena se vuelve tan fácil como lanzar un mensaje al chat: hoy somos extraterrestres intentando parecer empleados normales. Si la versión final mantiene el equilibrio entre gestión, caos y humor que promete el tráiler, Roadside Research tiene muchas papeletas para convertirse en ese pequeño fenómeno cooperativo que, sin hacer demasiado ruido, se queda instalado en las bibliotecas y en las conversaciones de muchos grupos de amigos.