El MacBook Pro M5 que cruje: cuando un pequeño ruido pone en duda el servicio de Apple

Para muchos fans de Apple, comprar un MacBook Pro M5 de 14 pulgadas en configuración tope de gama es casi un momento de iniciación: procesador nuevo, pantalla espectacular, chasis de aluminio impecable y la idea de que estás pagando por algo cercano a la perfección. Eso es exactamente lo que buscaba un usuario de Reddit conocido como noss616.

Pero en lugar de disfrutar tranquilo de su nueva máquina, terminó pendiente de un detalle mínimo, casi ridículo, que se volvió protagonista: un crujido discreto cada vez que tocaba el portátil.

Según cuenta, el sonido aparece al abrir y cerrar la tapa, al apoyar las manos en el reposamanos y hasta al flexionar ligeramente el chasis. No es un chasquido fuerte ni el típico ruido de algo rompiéndose, sino un pequeño rechinido, como si dos piezas metálicas no encajaran del todo y rozaran entre sí. En el video que subió a Reddit el ruido es tan tenue que mucha gente solo lo percibe con auriculares y subiendo bastante el volumen. Para algunos sería un simple detalle de fabricación. Pero cuando estás pagando precio premium por un equipo profesional, un crujido, por pequeño que sea, empieza a sonar como una falta de respeto al cliente.

El contexto añade más sal a la herida. No se trata de un modelo básico de entrada: el propietario dice que eligió una de las configuraciones más potentes y además paga una suscripción mensual a AppleCare+. Es decir, no solo pagó por el hardware, sino también por la promesa de una experiencia sin preocupaciones y un servicio supuestamente legendario. La expectativa es simple: si algo en un equipo nuevo no se siente bien, la empresa responde con rapidez y, si hace falta, con un reemplazo. La realidad que describe es bastante distinta.

En su primera visita a una Apple Store trató de reproducir el crujido delante del personal. Según él, varios empleados le dijeron que no escuchaban nada raro y sugirieron que podría ser algo normal en el chasis. Él insistió en que el ruido ambiente de la tienda tapaba el problema y que en casa, en silencio, el sonido era evidente. Para demostrar que no se lo estaba inventando, publicó el video en Reddit. Las reacciones fueron de todo tipo: algunos usuarios admitieron que apenas podían oír el crujido; otros reconocieron al instante ese típico ruidito de bisagra o carcasa bajo tensión que a veces termina en algo más serio.

En un segundo local, el MacBook se fue al famoso cuartito de revisión, lejos del ruido del público. Tras unos minutos, el portátil volvió con un diagnóstico claro: todo dentro de las especificaciones, sin fallo detectable. Uno de los empleados, siempre según el relato del dueño, le explicó que ese ruido era simplemente metal contra metal en un cuerpo unibody y que se consideraba comportamiento normal del material, no un defecto. Lo más polémico, sin embargo, fue la razón que habría dado para negar un reemplazo: no querían crear un precedente que terminara en una cadena infinita de cambios si el siguiente equipo hacía un sonido parecido.

Para un cliente que acaba de invertir alrededor de 2.000 dólares y además paga AppleCare+, esa respuesta suena fría y defensiva. La narrativa del servicio legendario se convierte de repente en algo mucho más mundano: gestión de riesgos y estadísticas de RMA. No es raro que en los comentarios aparecieran burlas del estilo el soporte de Apple es legendario, pero solo en los cuentos. Otros usuarios fueron más duros y usaron directamente la palabra gaslighting: si alguien escucha un ruido todos los días y le repiten que es normal, es difícil no sentirse cuestionado o exagerado.

Aun así, la discusión no es tan blanco y negro. Hay una parte de la comunidad que entiende la postura de Apple. Para ellos, un crujido casi imperceptible, que no afecta rendimiento, temperaturas ni la estabilidad de la pantalla, no alcanza el nivel de problema grave. Recuerdan que cualquier producto fabricado en masa tiene tolerancias mínimas y que perseguir una perfección absoluta en el ruido mecánico podría abrir la puerta a devoluciones por detalles microscópicos. Varios usuarios recomiendan una postura intermedia: seguir usando el equipo, monitorizar si el sonido aumenta o aparece holgura en la bisagra, y solo entonces volver al servicio técnico con un caso más contundente.

El caso, sin embargo, pone el foco en una cuestión más profunda: qué promete realmente AppleCare+. En la publicidad, el servicio se presenta como un escudo total, casi una suscripción a la tranquilidad. En la práctica, la frontera entre defecto objetivo e incomodidad subjetiva no siempre está clara. Golpes, pantallas rotas y componentes muertos entran sin discusión. Pero, ¿qué pasa con esos detalles que no impiden usar el equipo, pero erosionan la sensación de producto premium? Para muchos profesionales, que el portátil sea silencioso, sólido y inspire confianza forma parte del valor que están pagando.

La historia recuerda también que la primera respuesta del soporte no siempre es definitiva. En otro caso conocido, un propietario de un MacBook Pro Intel de 2019 acudió inicialmente solo por un cambio de batería y también se encontró con un no. Tras insistir, escalar el caso y documentar sus problemas, terminó saliendo de la historia con un MacBook Pro M5 nuevo sin coste adicional. No fue un camino rápido ni sencillo, pero demuestra que, si el cliente se mantiene firme y presenta buenos argumentos, Apple puede rectificar.

Es muy posible que el MacBook Pro de noss616 siga funcionando sin fallos durante años, compila código, edita video y hace todo lo que se espera de un portátil potente. Pero la polémica se ha hecho viral porque toca un nervio sensible: la confianza en las marcas que se venden como la élite del mercado. A ese nivel, el producto ya no es solo un conjunto de especificaciones, sino una promesa de experiencia. Y cuando pagas por lo mejor, hasta un crujido casi inaudible puede sonar, simbólicamente, como un grito muy fuerte.