Al final de cada año pasa siempre lo mismo: se vacían las mesas de pruebas, las apps de benchmark por fin descansan y empiezan a llegar los mensajes de amigos, familia y lectores con la pregunta del millón: ¿cuál fue EL móvil de este año? No el que más ruido hizo en los anuncios, sino el que realmente marcó 2025 en la vida real: en el metro, en el curro, en los viajes, en las partidas nocturnas y en esos días eternos en los que el 1% de batería parece aguantar por milagro.
2025 ha sido un año raro pero muy interesante para los smartphones. La IA dejó de ser solo una palabra de moda para convertirse en botones y menús reales en la cámara, en el teclado y en las apps del sistema. Las baterías dieron un salto silencioso pero importantísimo. Y los plegables, que hace poco se veían como juguetes caros para frikis, empezaron a parecer dispositivos serios, preparados para ser tu móvil principal. Al mismo tiempo, también tuvimos lanzamientos que recordaron que incluso los gigantes pueden dormirse en los laureles.
Para estos Phone Awards 2025 no nos limitamos a mirar tablas de especificaciones y poner medallas al que tenga más megapíxeles o más Hz en la pantalla. Detrás de cada categoría hay meses de pruebas, comparativas de cámara en bares mal iluminados, baterías torturadas en viajes largos, rondas de feedback de la comunidad y, sobre todo, la experiencia de uso tras varias semanas, cuando ya pasó la luna de miel con el móvil nuevo y empiezan a salir los pequeños fallos.
El resultado es una lista de premios que intenta responder a lo que de verdad pregunta la gente: ¿qué compro si quiero algo bueno sin arruinarme? ¿Qué flip plegable sí vale la pena? ¿Qué gaming phone es algo más que leds y marketing? ¿Qué modelo del año pasado sigue siendo una compra inteligente? Y, por supuesto, ¿qué flagship se merece el título de móvil del año?
Por el camino coronamos al mejor gama media-premium, a la sorpresa positiva del año, al móvil con mejor diseño, al veterano que ha envejecido como un buen vino, al mejor terminal para gamers, al compacto más recomendable, al mejor flip, al mejor plegable grande y al campeón absoluto. Y también hay espacio para los menos afortunados: el móvil más aburrido de 2025 y el gran batacazo del año. Sí, Apple y Samsung vuelven a asomar la cabeza, pero no son los únicos protagonistas.
Mejor relación calidad-precio: Samsung Galaxy S25 FE
Un buen precio no significa nada si el móvil te desespera al segundo día. Por eso, cuando hablamos de relación calidad-precio, buscamos el punto en el que hay que renunciar a lo mínimo posible. Este año, ese equilibrio lo clava el Samsung Galaxy S25 FE, el típico teléfono que una y otra vez terminamos recomendando cuando alguien nos dice: “quiero algo muy bueno, pero no quiero pagar precio de ultra-flagship”.
Samsung ha sido bastante lista con este modelo. El S25 FE apuesta por una pantalla grande, cómoda, ideal para quien ve series en el móvil, juega o pasa horas en redes. Se acabaron esos paneles recortados que todavía se ven en muchas gamas medias. El procesador está solo medio escalón por debajo de los grandes tope de gama: mueve todo con soltura, desde apps pesadas hasta juegos exigentes, y no da la sensación de que se vaya a quedar corto a la primera de cambio.
La cámara es otro de sus puntos fuertes. Nada de módulos de “tres cámaras” donde dos son de relleno: aquí tenemos un sistema triple con teleobjetivo real, algo aún muy raro en este rango de precio. Eso se nota en los retratos, en el zoom útil y en la versatilidad general. A eso le sumas una batería de 4.900 mAh que aguanta el día sin dramas y un cargador rápido de 45 W que te salva cuando sales de casa con el porcentaje temblando.
El diseño no busca reinventar la rueda, pero se ve y se siente bastante más premium de lo que marca la etiqueta. Frente a rivales muy potentes como el Pixel 9a, el iPhone 16E o propuestas más “alternativas” como Nothing, el Galaxy S25 FE termina siendo el consejo fácil, el que recomendamos sin miedo. Consejo extra: si puedes, ve directo a la versión de 256 GB. En 2025, entre vídeos en 4K, apps pesadas y descargas offline, 128 GB se llenan más rápido de lo que nos gusta admitir.
Sorpresa del año: OnePlus 15
Durante años, OnePlus fue “el móvil de los frikis”: mucha potencia, precio ajustado y esa sensación de estar llevándote algo especial. Luego la marca se fue acercando a la gama alta tradicional y perdió un poco ese aura de rebelde. En 2025, el OnePlus 15 recupera bastante de esa magia y se gana, con motivos, el premio a la sorpresa del año.
La primera sorpresa fue el calendario. Mientras otras marcas aún estaban calentando motores y filtrando renders, el OnePlus 15 ya estaba en la calle, adelantándose incluso a la serie Galaxy S26. Pero el verdadero golpe de efecto está en su batería: 7.300 mAh que, esta vez sí, no son solo un número inflado. En el día a día, es de los pocos móviles de los que puedes decir sin exagerar que son de dos días de uso para mucha gente.
Cuando por fin toca cargar, aparece la carta clásica de la marca: carga ultrarrápida de las mejores del mercado. Un café o una ducha bastan para recuperar horas y horas de autonomía. Y mientras tanto, el móvil se mantiene sorprendentemente frío. En sesiones largas de juego o grabando vídeo a lo bestia, aguanta el tipo mejor que muchos rivales que, en teoría, están por encima en precio.
Rondando los 900 dólares, no es un chollo loco, pero sí un flagship muy competitivo. Para quienes quieren pantalla, potencia, batería y no necesitan el logo “más famoso”, el OnePlus 15 ha sido ese tapado que, poco a poco, fue apareciendo cada vez más en las listas de recomendación serias.
Diseño del año: iPhone Air
En un año en el que hemos visto módulos de cámara que parecen placas de inducción, colores imposibles y bordes que podrían cortar papel, el iPhone Air ha ganado por el camino contrario: menos ruido, más sensaciones. Es el típico móvil que no termina de entenderse hasta que lo agarras por primera vez.
Lo primero que piensas es “¿cómo puede ser tan fino y tan ligero sin parecer de juguete?”. Frente a él, muchos flagships recientes se sienten de repente pesados y toscos. El marco de titanio aporta esa mezcla de robustez y sensación premium que Apple lleva años puliendo. Los cantos pulidos y los colores elegantes hacen que el teléfono entre perfectamente tanto en un entorno formal como en un mood más casual.
El éxito del diseño del iPhone Air no está solo en la foto bonita, sino en el uso real. La ergonomía es muy buena: se siente seguro en la mano, no resbala en exceso, no cansa tras largas sesiones. Y a pesar de lo delgado que es, la autonomía aguanta de forma razonable el ritmo del usuario tipo al que va dirigido. En un mercado saturado de ladrillos brillantes, el Air es el recordatorio de que el diseño también va de peso, equilibrio y comodidad.
Móvil “vino añejo”: Google Pixel 9 Pro
No todo el mundo quiere o puede cambiar de móvil cada año, y muchas veces ni siquiera tiene sentido. Por eso nos gusta tener una categoría para el teléfono del año pasado que mejor ha envejecido. En 2025, ese lugar es claramente para el Google Pixel 9 Pro.
Aunque el Pixel 10 ya está en la calle, el 9 Pro sigue sintiéndose tremendamente actual. Google está cumpliendo con su promesa de años de actualizaciones largas y rápidas: las nuevas versiones de Android llegan pronto, los parches de seguridad no se retrasan y los famosos “feature drops” van añadiendo funciones de IA y mejoras de cámara que mantienen el móvil fresco.
El módulo fotográfico es, todavía hoy, uno de los más completos del mercado. Tres sensores de 50 MP (principal, ultra gran angular y teleobjetivo 5x) dan muchísimas opciones. Pero la verdadera magia está en el procesamiento: el HDR de Google, el modo noche, la forma en que maneja la piel y los colores siguen siendo referencia. Para hacer una foto rápida y confiar en que salga bien sin complicarte, pocos móviles son tan consistentes como este.
Por eso, para mucha gente, un Pixel 9 Pro con buen precio es más interesante que un gama media nuevo con menos soporte y peor cámara. Es el típico móvil que, con el paso del tiempo, no se siente “superado”, sino pulido. Un auténtico vino que mejora con los años.
Mejor móvil para jugar: RedMagic 11 Pro
Si eres de los que usa el móvil principalmente para jugar, no quieres un teléfono “normalito” que también sirve para gaming. Quieres un bicho pensado para eso. Y en 2025, ese bicho tiene nombre: RedMagic 11 Pro.
Desde el primer vistazo queda claro que este no es un smartphone cualquiera. La parte trasera semitransparente deja ver un sistema de refrigeración que parece sacado de un PC gamer: ventilador interno de 24.000 rpm, cámara de vapor enorme, circuito de refrigeración líquida con microbomba cerámica… todo diseñado para exprimir el Snapdragon 8 Elite Gen 5 sin que el rendimiento se hunda a los diez minutos de partida.
La cámara frontal bajo la pantalla elimina agujeros y notch, dejando un panel totalmente limpio, perfecto para juegos inmersivos. La alta tasa de refresco, los gatillos táctiles en el lateral y el software gaming propio con modos de rendimiento, grabación de pantalla y bloqueo de notificaciones dejan claro a quién va dirigido este móvil. La batería de 7.500 mAh remata el conjunto: está hecha para sesiones largas sin sufrir.
¿Pegas? La cámara está a años luz de los mejores flagships fotográficos, y la capa de software puede resultar cargada para quien prefiera un Android limpio. Pero si tus prioridades son fps estables, temperaturas controladas y cero tirones cuando más te juegas en ranked, el RedMagic 11 Pro es el rey de este año.
Mejor compacto: iPhone 17
Los móviles pequeños se han convertido en una especie de unicornio: todo el mundo habla de ellos, pero casi no quedan en estado puro. En este contexto, el iPhone 17 se gana el premio al mejor compacto porque logra algo muy difícil: ser manejable sin sentirse recortado.
Es cierto que el Galaxy S25 es un poquito más pequeño y ligero, y fue un rival muy serio. Pero el iPhone 17 se lleva el gato al agua por conjunto. No es un “mini” descafeinado, sino un auténtico buque insignia en formato más cómodo. Mismo chip potente que sus hermanos mayores, misma fluidez en iOS, cámaras a la altura de un tope de gama y, muy importante, 256 GB de almacenamiento de base en muchos mercados.
A todo eso se suma el efecto ecosistema. Si ya tienes un Mac, un iPad o un Apple Watch, el iPhone 17 encaja como una pieza más del puzzle: AirDrop, Handoff, pestañas compartidas, llamadas que saltan al portátil, notas que aparecen en todos tus dispositivos. Para quien busca algo más “humano” en tamaño sin renunciar a nada importante, este fue el compacto más fácil de recomendar en 2025.
Mejor flip plegable: Motorola Razr Ultra
Las plegables tipo concha pasaron de ser nostalgia pura a convertirse en opción real en 2025. Dentro de este formato, el Motorola Razr Ultra es el que mejor ha encontrado el equilibrio entre diseño, funcionalidad y precio (al menos, tras las inevitables bajadas de los primeros meses).
Es verdad que el precio de salida sobre los 1.300 dólares fue duro de tragar, pero con el tiempo se estabilizó cerca de los 900, entrando directamente en combate con el Galaxy Flip 7. La gran baza del Razr está en su pantalla externa: ocupa prácticamente toda la cubierta y, lo más importante, funciona como esperas desde el primer día. Apps, notificaciones, widgets… se aprovecha de verdad, no es solo un visor glorificado.
El hardware acompaña: Motorola opta por un procesador más rápido que el de su rival directo, con una carga más veloz que se agradece en un formato donde cada milímetro de batería cuenta. La bisagra transmite confianza, con un gesto de apertura y cierre que se siente sólido, sin ruidos raros ni holguras sospechosas. Visualmente, es un móvil llamativo pero no estridente, de esos que puedes sacar en una reunión sin que parezca que vas a enseñar un prototipo.
Por todo eso, el Razr Ultra es el primer flip de muchos usuarios que realmente podría sustituir a su móvil principal, y no solo ocupar el papel de “capricho caro” para jugar un rato con el gesto de abrir y cerrar.
Mejor plegable tipo libro: Samsung Galaxy Z Fold 7
En el terreno de los plegables grandes, los que se abren como un libro, 2025 ha tenido más competencia que nunca. Aun así, el Samsung Galaxy Z Fold 7 logra recuperar el liderazgo, principalmente porque por fin corrige varias cosas que llevábamos años pidiendo.
El Fold 7 es más fino y ligero, sí, pero lo que de verdad cambia la experiencia es la pantalla exterior. Ahora tiene unas proporciones mucho más cercanas a las de un móvil normal, lo que significa que puedes usarlo cerrado sin sentir que escribes en una calculadora. Cuando lo abres, sigue siendo esa especie de mini tablet perfecta para leer, trabajar con varias apps, editar documentos o ver contenido en grande.
One UI 8 le saca mejor partido que nunca al formato plegable: mejor gestión de ventanas flotantes, transiciones más suaves entre panel externo e interno, apps que recuerdan cómo las dejaste colocadas, barra de tareas mejor resuelta. Y si quieres ir más allá, DeX te permite usar el Fold 7 casi como un portátil conectado a monitor y teclado. La bisagra inspira más confianza, la arruga del panel es menos molesta en el día a día y la autonomía está a la altura de lo que se espera en este rango de precio.
Sigue siendo un dispositivo caro, no nos engañemos. Pero por primera vez desde hace generaciones, el Fold 7 se siente como un pliable “definitivo”, pensado para quien realmente quiere unir teléfono y tablet sin la sensación de estar pagando por un experimento a medias.
Móvil del año: iPhone 17 Pro Max
Y llegamos al título gordo: el mejor smartphone de 2025. Aquí, la pelea era cantada: Galaxy S25 Ultra contra iPhone 17 Pro Max. Dos pesos pesados con especificaciones brutales, cámaras de primer nivel y legiones de fans dispuestos a defenderlos en cualquier hilo de comentarios. Después de muchas pruebas comparativas, el triunfo se lo lleva el iPhone 17 Pro Max, pero por detalles, no por goleada.
Lo curioso es que no gana por un único truco espectacular, sino por una suma de pequeños aciertos que en el día a día marcan diferencia. La nueva cámara frontal cuadrada, por ejemplo, suena anecdótica hasta que la empiezas a usar si grabas contenido tanto en vertical como en horizontal. Cambiar de formato para TikTok, Reels o vídeos más clásicos se vuelve menos engorroso, y se nota.
El zoom óptico 4x es otro acierto. No impresiona tanto como un 10x en el papel, pero resulta muchísimo más usable en la vida real: es más luminoso, más estable y encaja mejor con ese tipo de fotos que sí haces todos los días. Las fotos y los vídeos, en general, tienen ese punto de consistencia y naturalidad que hace que muchas personas prefieran la cámara del iPhone, aunque la competencia tenga sensores más grandes o más megapíxeles.
La autonomía también le da un empujoncito a su favor. En nuestro uso mixto, el 17 Pro Max suele llegar al final del día con algo más de batería que el S25 Ultra. Y después de años siendo criticado por lo lento de su carga, Apple por fin ha acelerado lo suficiente para que dejar el móvil enchufado no sea un drama. Todo eso, unido al rendimiento bruto, a la fluidez de iOS y a la promesa de años de soporte, dan esa sensación de “móvil tanque” para muchos años.
Y luego está, cómo no, el ecosistema. iMessage, FaceTime, AirDrop, portapapeles universal entre Mac, iPad y iPhone, Apple Watch integradísimo… el 17 Pro Max no vive solo, sino en un conjunto que atrapa. De ahí que tanta gente diga medio en broma medio en serio que nunca hay ranking sin un iPhone arriba. En este caso, más allá de fanatismos, el resultado tiene bastante lógica: si lo que buscas es el paquete más redondo posible, el 17 Pro Max se gana su corona.
Móvil más aburrido de 2025: iPhone 16E
No todo teléfono tiene que ser revolucionario. Hay sitio para móviles sencillos y correctos. Pero una cosa es ser discreto y otra es transmitir pura pereza. El iPhone 16E cae de lleno en la segunda categoría y se gana el poco honroso título de móvil más aburrido del año.
Básicamente es un iPhone 14 remasterizado: se cambia el puerto a USB-C, se tocan cuatro detalles menores y listo. Pocas opciones de color, un diseño que nos sabemos de memoria y una única cámara trasera que en 2025 se ve muy justa, sobre todo cuando miras a la competencia Android en el mismo precio, que ya ofrece triples cámaras con ultra gran angular y algún tipo de zoom.
La pantalla cumple, pero al sol sufre más de lo que debería en un móvil de unos 600 dólares. ¿Es la forma más barata de entrar en el ecosistema iOS? Sí. ¿Es un móvil que apetezca recomendar? No demasiado. Entre iPhones de generaciones anteriores en oferta y gamas medias muy sólidas, el 16E parece más un producto de “relleno de catálogo” que algo pensado con mimo.
Gran decepción: Apple Intelligence
El premio al mayor fracaso del año no va a un hardware, sino a una idea mal ejecutada. Apple Intelligence, la gran apuesta de la compañía por la IA, tenía pinta de ser el movimiento que pondría a Apple al frente de la carrera… pero 2025 ha demostrado que las expectativas iban por un carril y la realidad por otro.
Tras el espectáculo de 2024, muchos usuarios esperaban que 2025 fuera el año de la revolución: un asistente de verdad contextual, resúmenes útiles de contenido, automatizaciones potentes, una Siri modernizada… En vez de eso, hemos tenido retrasos, funciones que solo llegan a ciertos países o idiomas, recortes silenciosos de lo prometido y una sensación general de “esto todavía no está listo”.
Se entienden las razones: Apple va siempre con mucho cuidado con la privacidad, prioriza el procesamiento en el dispositivo y no quiere romper la experiencia de millones de usuarios con pruebas locas. Pero mientras tanto, otros fabricantes han lanzado funciones de IA quizás menos pulidas, pero mucho más visibles. Y en el usuario final manda la percepción: Apple Intelligence, tal y como ha llegado (o no ha llegado) en 2025, se siente como una promesa incumplida.
¿Puede cambiar el cuento en 2026 con una Siri realmente nueva y una IA integrada de forma más profunda y útil? Por supuesto. Pero si miramos solo este año, es difícil negar que Apple Intelligence es el gran chasco: mucho ruido y pocas nueces.
Cierre: un año movido… ¿y tu lista?
Así queda, resumido, el panorama de los Phone Awards 2025. El Galaxy S25 FE demuestra que la gama media-alta sigue teniendo margen para sorprender si se afinan bien los recortes. El OnePlus 15 recupera el espíritu de marca “para entusiastas” con batería y rendimiento de escándalo. El iPhone Air nos recuerda que el diseño no es solo enseñar cámaras grandes, sino hacer que el móvil apetezca cogerlo una y otra vez. El Pixel 9 Pro confirma que un buen terminal puede seguir siendo una compra top más allá de su año de lanzamiento.
Para los gamers, el RedMagic 11 Pro es prácticamente una consola portátil. Para quien quiere algo manejable sin renunciar a nada, el iPhone 17 es el punto perfecto. El Motorola Razr Ultra firma el flip más convincente del año, y el Galaxy Z Fold 7 es el plegable grande que por fin se siente maduro. Por encima de todos, el iPhone 17 Pro Max se coloca como el móvil del año gracias a su equilibrio entre rendimiento, cámaras, batería y ecosistema.
En el lado contrario, el iPhone 16E y Apple Intelligence sirven como recordatorio de que ningún gigante es infalible. Incluso las empresas que marcan tendencia pueden sacar productos planos o proyectos de IA que se quedan a medias. La gracia está en que el mercado sigue vivo: hay móviles para los que solo quieren batería infinita, para los que solo quieren cámara brutal, para gamers, para fans de los plegables, para minimalistas y para usuarios que solo buscan una herramienta sólida sin historias.
Y ahí entras tú. Nuestra lista es una foto de lo que hemos visto y probado este año, no la verdad absoluta. Quizá tu móvil del año sea un modelo más modesto que te ha sorprendido, un viejo flagship que todavía aguanta o un plegable que te ha cambiado la forma de usar el teléfono. Lo importante es que, en 2025, hablar de “el mejor smartphone” tiene más matices que nunca. Y eso, para los que nos gustan los móviles, es una muy buena noticia.