Un filme de Call of Duty dirigido por Steven Spielberg suena como una fantasía hecha realidad para los fans del cine bélico y de los videojuegos. No es casualidad: películas como Rescatando al Soldado Ryan o la miniserie Hermanos de Sangre marcaron profundamente la estética y narrativa que inspiraron a la saga de Activision. Según reveló Puck News, el legendario director, junto con el ejecutivo de Universal Jimmy Horowitz, presentó su visión directamente a la compañía.
Sin embargo, Activision dio un rotundo no.
El problema no estaba en la creatividad de Spielberg, sino en las condiciones del acuerdo. El director exigía un “paquete Spielberg”: control total sobre el montaje final, producción y hasta el marketing. Para Activision, que protege sus franquicias con mano férrea, ceder ese poder significaba perder el control de una de sus marcas más valiosas. Y aunque la idea de ver a Spielberg detrás de las cámaras resultaba tentadora, la empresa decidió rechazar la oferta.
Finalmente, la editorial se inclinó por la propuesta de David Ellison, que le aseguraba mayor control y margen de decisión. Así, el proyecto seguirá adelante bajo el sello de Paramount, aunque todavía no se ha anunciado un director. Este episodio refleja claramente la tensión entre la libertad creativa de un cineasta de renombre y el control corporativo que una multinacional no está dispuesta a soltar.
El momento es clave: el 14 de noviembre llega Call of Duty: Black Ops 7, desarrollado principalmente por Treyarch con apoyo de Raven Software en la campaña. El juego promete cambios notables en la fórmula clásica y tendrá que competir de frente con el muy esperado Battlefield 6. En ese contexto, un largometraje no solo sumaría en el terreno del entretenimiento, sino que funcionaría como otra pieza estratégica para expandir el universo mediático de Microsoft y Activision.
Las reacciones de los fans están divididas. Muchos ven en la negativa a Spielberg una oportunidad histórica desperdiciada para dignificar las adaptaciones de videojuegos. Otros, en cambio, creen que fue una decisión fría pero inteligente: mantener el timón de la franquicia en manos de la compañía. Lo que es seguro es que Call of Duty prepara su desembarco en la gran pantalla, y la primera misión cinematográfica ya está en marcha.