Después de convivir un par de semanas con el OnePlus 15 como móvil principal, tengo la sensación de que este es el teléfono más maduro que ha hecho la marca. No es el más llamativo, ni el más extravagante, ni el que intenta impresionar con trucos raros. 
Es el OnePlus en el que la compañía por fin dejó de jugar a ser diferente por ser diferente y se centró en lo que define a un buen gama alta en 2025: batería de escándalo, rendimiento estable, cámara confiable y una experiencia de uso que no te obliga a estar pendiente del cargador todo el día.
En un mercado dominado por el triángulo iPhone–Galaxy–Pixel, el OnePlus 15 no se planta en medio del escenario a gritos. Más bien se sienta en primera fila con cara de ‘yo no hago ruido, pero soy el que más sentido tiene’. Y cuando miras precio, autonomía y potencia a la vez, cuesta rebatirlo.
Diseño: menos espectáculo, más sentido común
Si lo juzgas solo por fotos, el OnePlus 15 puede decepcionar un poco. Se acabaron las curvas agresivas en la pantalla, se acabó aquella personalidad tan marcada de algunos modelos anteriores y, sí, desapareció también el mítico Alert Slider. Vista de lejos, la parte frontal podría confundirse con la de cualquier otro ‘clon de iPhone’ con marcos planos y esquinas suavemente redondeadas.
Sin embargo, en la mano la historia cambia. Los laterales planos le dan un agarre mucho más seguro; es un móvil que se nota sólido, menos resbaladizo, menos propenso a ese susto cuando lo ves deslizarse del sofá. La pantalla plana convierte el drama de poner un cristal templado en un trámite rápido: alinear, pegar, listo, sin peleas con los bordes curvos. Y el aumento de protección frente al agua y el polvo hace que te preocupes menos por salpicaduras, lluvia o una mesa algo sucia en la cafetería.
En el frontal, el gran protagonista es el panel OLED superbrillante, capaz de rozar los 3.500 nits de brillo máximo en ciertas condiciones. Traducido: incluso bajo sol fuerte la pantalla sigue siendo legible. Lo único que empaña un poco la experiencia es que el tratamiento antirreflejos no está al mismo nivel; el brillo es brutal, pero los reflejos siguen presentes y a veces terminas moviendo un poco el teléfono para esquivarlos.
Pantalla y fluidez: 120 Hz para todo, 165 Hz cuando toca jugar
En el día a día, el OnePlus 15 funciona a 120 Hz, como cualquier gama alta que se tome en serio la sensación de fluidez. La interfaz se ve suave, las animaciones no se arrastran y deslizar por redes sociales o por el navegador es una experiencia muy agradable. Volver a 60 Hz después de acostumbrarte a esto se siente casi como retroceder una generación.
La parte curiosa está escondida: en algunos juegos compatibles, la pantalla puede subir hasta 165 Hz. No es algo que vayas a ver en todas las apps, ni mucho menos, pero en títulos competitivos se nota una respuesta más rápida y un seguimiento más fino del movimiento. OnePlus ha metido parte del ADN de un ‘gaming phone’ dentro de un diseño sobrio, sin luces RGB ni estética agresiva, y eso es un equilibrio que muchos agradecerán.
Cámara: menos ruido de marketing, más acierto en las fotos
Sobre el papel, la cámara del OnePlus 15 no parece destinada a ganar guerras de titulares. El sensor principal es un poco más pequeño, ha desaparecido el logo de Hasselblad de la trasera y no hay nada como un zoom periscópico de locura que grite ‘soy el rey de la fotografía móvil’. En un contexto en el que todo el mundo habla de cosas como el futuro Xiaomi 17 Ultra y su supuesta superioridad en cámaras, la ficha técnica de OnePlus suena más prudente.
Lo sorprendente es que, cuando empiezas a disparar fotos, esa prudencia se convierte en ventaja. Con buena luz, el OnePlus 15 produce imágenes con colores más cálidos y naturales, sin esa sobre nitidez típica de generaciones anteriores que dejaba la piel con un toque artificial. El cambio a capturas por defecto de 26 MP se nota: hay más detalle para recortar sin que la foto se rompa, y al mismo tiempo el ruido está bien controlado.
Por la noche, el salto es todavía más evidente. El modo nocturno ya no intenta convertir cada escena en un festival de HDR saturado; las luces no quedan completamente quemadas, las sombras mantienen profundidad, y la escena final se parece mucho más a lo que tus ojos recuerdan. ¿Es la mejor cámara nocturna del mercado? No, Apple y Samsung aún tienen un plus en vídeo y en algunos casos extremos. Pero la sensación ya no es de ‘cámara de gama media en cuerpo de gama alta’, sino de un sistema maduro, capaz y equilibrado.
Eso no significa que todo sea perfecto. La ultra gran angular tiende a mostrar un balance de blancos algo más frío que el sensor principal, de manera que al saltar de una lente a otra se percibe un pequeño cambio de tono y contraste. Además, faltan algunos trucos de software que en 2025 casi damos por hechos, como poder aplicar un efecto retrato a cualquier foto después de hacerla. Para la mayoría de usuarios no será un drama, pero los más exigentes lo notarán.
Rendimiento: Snapdragon 8 Elite Gen 5 desatado
Si en la cámara OnePlus apuesta por la sobriedad, en potencia decide pisar el acelerador a fondo. El Snapdragon 8 Elite Gen 5 que lleva el OnePlus 15 va sobrado en prácticamente cualquier cosa que le eches encima. Cambios entre apps, multitarea agresiva, juegos pesados con gráficos al máximo… todo se siente inmediato.
En pruebas de estrés como el 3DMark Wildlife Extreme, el teléfono mantiene alrededor de un 99% de estabilidad, lo que se traduce en un nivel de throttling prácticamente inexistente. Dicho en sencillo: no hay esa caída brusca de rendimiento después de unos minutos que todavía se ve en algunos rivales. Puedes estar una hora entera jugando y la experiencia sigue siendo fluida, sin tirones serios ni el móvil ardiendo en la mano.
La configuración base ya llega bien armada: 12 GB de RAM LPDDR5X y 256 GB de almacenamiento. En un mercado donde todavía vemos flagships con 8/128 por un precio similar, esto se agradece. Si puedes estirarte un poco más, el modelo con 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento es el punto dulce, con esa memoria Ultra+ más rápida que ayuda a que todo vuele. Sumado a las animaciones pulidas y a la obsesión histórica de OnePlus por la fluidez, la sensación general es que el sistema nunca se arrastra.
Batería: 7.300 mAh que parecen jugar con truco
La batería del OnePlus 15 es, directamente, su carta más sucia en esta partida. Mientras muchos gama alta se siguen moviendo en torno a los 5.000 mAh, OnePlus planta un módulo de 7.300 mAh sin convertir el teléfono en un ladrillo.
En la práctica, esto se traduce en un móvil que, para la mayoría de usuarios, es de dos días reales. No dos días ‘si casi no lo tocas’, sino dos días con uso normal tirando a intenso: redes, fotos, algo de juego, algo de vídeo, navegación, música… y aun así llegar a la noche del segundo día con batería restante. En pruebas más controladas, hablamos de más de 12 horas de reproducción continua en YouTube y casi 14 horas de juego seguido, unas cifras que hacen que otros topes de gama parezcan directamente discretos.
Es una autonomía que cambia tu forma de relacionarte con el dispositivo. Dejas de revisar compulsivamente el porcentaje, dejas de bajar el brillo por miedo y dejas de salir de casa pensando en dónde vas a enchufar el móvil. Simplemente lo usas, y el OnePlus 15 se encarga del resto.
A esto hay que sumar la carga rápida. Con el cargador incluido, pasar de casi 0 a 100% lleva alrededor de 45 minutos. Un enchufe rápido mientras te duchas o preparas la cena basta para darle vida a todo un día. La carga inalámbrica también está presente, pero se echa en falta el estándar Qi2 con imanes, que habría sido ideal para quienes ya usan soportes magnéticos en el coche o en el escritorio.
Software: rápido y pulido, pero con cierto complejo de iPhone
En el apartado de software, el OnePlus 15 mantiene muchas de las virtudes clásicas de OxygenOS: es ágil, relativamente limpio y no te bombardea con bloatware innecesario. Las animaciones tienen el punto justo entre fluidez y velocidad, los menús son claros y, en general, se nota que hay trabajo de optimización detrás.
La pega es que cada vez cuesta más distinguirlo visualmente de iOS. La forma de algunos iconos, ciertos gestos, la manera en que se organiza el panel de ajustes rápidos… hay momentos en los que parece más una interpretación de iPhone sobre Android que aquella OxygenOS con personalidad propia que muchos recuerdan. A algunos usuarios les encantará esa familiaridad, otros la verán como una pérdida de identidad.
Tampoco ayuda que no todas las apps de terceros estén perfectamente adaptadas. En ocasiones aparecen espacios en blanco raros, tamaños de fuente que no terminan de cuadrar o pantallas que parecen pensadas para otra proporción. No son fallos que rompan la experiencia, pero sí recordatorios de que Samsung, Google o Apple siguen un peldaño por delante en pulido general.
En cuanto a soporte, OnePlus promete cuatro años de actualizaciones de sistema para el OnePlus 15. Es una cifra decente, pero se queda corta frente a las políticas más agresivas de Samsung y Google, que ya hablan de cinco años o más. Si eres de los que exprimen un móvil hasta el final, es un punto a tener en cuenta.
Sonido y otros detalles
El sistema de altavoces estéreo suena fuerte, suficiente para vídeos, redes sociales o alguna serie rápida en la cama. Pero cuando subes al máximo, el sonido se vuelve algo turbio, con menos claridad y menos separación de frecuencias. Para podcasts y noticias va sobrado; para música, mejor tirar de unos buenos auriculares.
Si sumamos las pequeñas pegas – sin Qi2, solo cuatro años de soporte, altavoces mejorables, interfaz que mira demasiado de reojo a iOS – no encontramos un gran ‘no compres’, sino más bien varios ‘podría haber sido un poco mejor aquí’. El paquete completo, aun con todo eso, sigue siendo muy sólido.
Rivales y guerra de cámaras: Galaxy, iPhone y el factor Xiaomi 17 Ultra
Puesto frente a frente con la competencia, la posición del OnePlus 15 se ve clara. Si tu prioridad absoluta es tener la mejor cámara posible, con zoom brutal, modos de vídeo avanzados y esas funciones de retrato que parecen sacadas de un estudio profesional, probablemente seguirás mirando antes a un iPhone Pro, a un Galaxy S25 Ultra o a ese Xiaomi 17 Ultra del que medio internet espera que ‘destroce’ a todos en fotografía.
OnePlus no entra de lleno en esa guerra de especificaciones. Prefiere colocarse un paso al lado con una propuesta distinta: una cámara muy buena en la práctica, una batería casi ridícula de lo que dura, un rendimiento de gama alta sin excusas y un precio algo más razonable que el de muchos rivales directos.
Conclusión: ¿para quién tiene sentido el OnePlus 15?
Si tu móvil ideal es básicamente una cámara profesional que también hace llamadas, el OnePlus 15 no va a desbancar a los Ultra con más marketing. Pero si lo que quieres es un teléfono que cumple muy bien en todos los apartados, que te da una autonomía que parece de trampa, un rendimiento que no se despeina y una experiencia sin dramas, entonces este modelo tiene muchísimo sentido.
Sí, tiene puntos mejorables: se echa en falta Qi2, cuatro años de actualizaciones saben a poco comparado con otros, los altavoces podrían refinarse más y el software podría recuperar algo de la personalidad que tuvo OnePlus en otros tiempos. Aun así, el equilibrio general es tan bueno que resulta difícil no recomendarlo.
En un año lleno de móviles que intentan ser los mejores en todo, el OnePlus 15 gana siendo excelente en lo que de verdad importa. Si pones la batería, la velocidad y la practicidad por encima de tener la cámara más espectacular de la tabla comparativa, probablemente este sea tu gama alta ideal para 2025 y buena parte de 2026.
1 comentario
7300 mAh es una locura 😂 mi S25 Ultra llega arrastrándose al final del día y este todavía va sobrado