La decisión de Apple de eliminar el M2 Vision Pro descontinuado de su programa oficial de trade-in ha causado indignación entre los usuarios y ha reavivado las dudas sobre el compromiso real de la compañía con la llamada computación espacial. Durante años, el programa de intercambio de Apple ha sido una pieza clave de su estrategia ecológica y de fidelización: entregar tu dispositivo viejo, obtener crédito y pasarte al nuevo.
Pero ahora, con el Vision Pro, esa confianza parece haberse roto.
El M2 Vision Pro fue presentado como el salto más ambicioso de Apple hacia la realidad mixta, una mezcla entre tecnología de vanguardia y promesa futurista. Sin embargo, el hecho de que ya no sea elegible para trade-in indica que Apple lo ve más como un experimento costoso que como un producto maduro. Su diseño ultracomplejo – pantallas de altísima resolución, sensores avanzados, ajuste personalizado – hace que reacondicionarlo sea un proceso caro y poco rentable. Por eso, muchos creen que la empresa simplemente prefiere empujar a los usuarios a comprar el nuevo M5 Vision Pro, en lugar de reciclar el modelo anterior.
Y no es casualidad. El M5 Vision Pro llega con un salto enorme en potencia y capacidades de inteligencia artificial. Su nuevo chip incorpora aceleradores neuronales que permiten ejecutar tareas de IA directamente en el dispositivo, sin depender tanto de la nube. Es una señal clara de que Apple está apostando por un futuro más inteligente y autónomo. Aun así, dejar fuera de juego al M2 envía un mensaje preocupante: ¿qué tan comprometida está la compañía con sus primeros usuarios?
Para los que pagaron los 3.499 dólares originales, la decisión se siente como una traición. Muchos pensaban que la empresa trataría la línea Vision Pro con el mismo respeto que a los iPhones o los MacBooks, con soporte y actualizaciones constantes. Pero no hay camino de retorno: si quieren el nuevo modelo, tendrán que vender el antiguo por su cuenta. Y eso no será fácil, considerando el precio y lo limitado del público interesado. Ser un early adopter, una vez más, sale caro.
Esta jugada también ha generado un debate mayor: ¿está realmente convencida Apple del potencial de la computación espacial? El Vision Pro se promocionó como el comienzo de una nueva era, pero la falta de apoyo al modelo inicial sugiere que la empresa aún está tanteando el terreno. Quizás el M2 Vision Pro no era más que el primer borrador de una idea en evolución.
Al final, el M2 Vision Pro podría pasar a la historia como una pieza de colección: el recuerdo de cuando Apple intentó reinventar la forma en que interactuamos con el mundo digital. Pero para quienes apostaron por esa promesa, queda una sensación amarga: la visión del futuro llegó… solo que no todos fueron invitados a participar.