Apple tendrá que enfrentarse a un juicio antimonopolio en Estados Unidos después de que un juez federal rechazara su solicitud de desestimar la demanda presentada por el Departamento de Justicia (DOJ). 
La batalla legal podría durar años y poner en jaque el modelo cerrado del ecosistema Apple.
La demanda, interpuesta en 2024, responde a años de críticas de empresas como Spotify, que acusan a Apple de bloquear la competencia controlando en exceso el acceso a sus dispositivos y servicios. El juez Julien Neals consideró que los argumentos son válidos y que el caso debe seguir su curso.
El juicio pondrá bajo la lupa cómo Apple gestiona funciones clave como la App Store, los mensajes, los pagos sin contacto, y la integración exclusiva del Apple Watch. Apple dice que todo se hace por seguridad y privacidad, pero los reguladores creen que en realidad limita la libertad de usuarios y desarrolladores.
En respuesta a la presión, Apple anunció cambios como el soporte para RCS en Mensajes y la posibilidad de usar apps de mensajería de terceros como predeterminadas a partir de iOS 18.2. Pero muchos opinan que estos avances llegan tarde.
También liberaron parcialmente el acceso al chip NFC, lo que permite a apps como Square procesar pagos por contacto. Aun así, el DOJ podría exigir que los usuarios puedan elegir su app de pagos predeterminada, como ya ocurre en la Unión Europea.
Fabricantes de relojes inteligentes también han levantado la voz: aunque algunos modelos funcionan con iPhone, sólo el Apple Watch tiene acceso total a ciertas funciones. Esta ventaja competitiva será otro punto clave en el juicio.
Otro tema delicado son las “super apps”, plataformas que combinan mensajería, pagos y otros servicios en una sola app. Apple es acusada de dificultar su llegada al mercado estadounidense, a diferencia de lo que ocurre en China con WeChat.
Apple insiste en que la demanda no tiene fundamentos y que defenderá su postura ante la justicia. El DOJ, por su parte, no hizo comentarios. El juicio probablemente será largo y complejo, pero lo cierto es que las prácticas comerciales de Apple están ahora bajo el microscopio.