Durante años Apple defendió con firmeza que los MacBook no necesitaban pantallas táctiles. Según la compañía, el teclado y el trackpad eran la combinación perfecta para trabajar. Sin embargo, todo apunta a que ese discurso está a punto de cambiar.
Fuentes confiables señalan que Apple prepara un gran salto en la línea MacBook Pro: modelos con pantalla OLED y soporte táctil podrían llegar en 2026. Sería la primera vez que un MacBook combina la potencia de macOS con la interacción al estilo iPad.
El analista Ming-Chi Kuo, conocido por sus filtraciones acertadas, asegura que Apple está desarrollando un MacBook Pro con panel OLED y tecnología on-cell touch, que permitiría detectar toques directamente en la pantalla. La producción masiva estaría programada para finales de 2026. De confirmarse, sería un cambio histórico para la compañía, que siempre había rechazado esta idea.
¿Por qué ahora? La respuesta está en el comportamiento de los usuarios. Tras más de una década observando el uso del iPad, Apple parece haber comprendido que en muchos escenarios el toque no es solo una comodidad, sino un verdadero aumento de productividad. Anotar documentos, hacer gestos rápidos para multitarea, editar fotos o trabajar en apps creativas resulta mucho más natural con una pantalla táctil. Y esa experiencia es justo lo que la empresa busca trasladar al MacBook Pro.
No obstante, no todos los portátiles recibirán la novedad desde el principio. El MacBook económico, que llegaría con procesadores de la serie A, debutaría sin pantalla táctil. Recién en una segunda generación, posiblemente hacia 2027, podría incorporar la función. Así, Apple mantiene la innovación reservada para los modelos Pro, mientras los equipos de entrada siguen siendo más asequibles.
El calendario de lanzamientos todavía es incierto. Primero se habló de un MacBook Pro con chip M5 para finales de 2025, pero el periodista de Bloomberg Mark Gurman sugiere que se retrasaría a inicios de 2026. Incluso existe la posibilidad de un doble lanzamiento en el mismo año: en enero un modelo con M5 y en otoño otro con pantalla OLED y soporte táctil, probablemente ya con chip M6. No sería algo inédito: en 2023 Apple lanzó los M2 Pro/Max en enero y los M3 en octubre.
Además del toque, los nuevos MacBook Pro OLED traerían un diseño más delgado, marcos reducidos y un notch más pequeño. Las pantallas OLED prometen negros profundos, mayor contraste, colores más vivos y eficiencia energética superior, lo cual es muy valorado por fotógrafos, diseñadores y editores de video. Con el añadido del toque, Apple competiría de frente con fabricantes de Windows que ya ofrecen esta característica, como Asus ProArt o Acer Swift, aunque con el sello premium y la integración del ecosistema Apple.
Es poco probable que Apple elimine por completo las versiones clásicas sin touch. Lo más lógico es que convivan ambas opciones: modelos Pro con OLED táctil y otros sin esta función, a un precio más bajo. De esa forma, cada usuario podrá elegir entre innovación o experiencia tradicional.
Por ahora todo son rumores. Pero si se confirman, los próximos MacBook podrían redefinir lo que esperamos de un portátil. La combinación de macOS, paneles OLED y control táctil promete generar entusiasmo, dudas y discusiones en igual medida entre los seguidores de la marca.