La polémica en torno a los Ryzen 9000 que se queman en placas ASRock de la serie 800 no se detiene, y ahora tenemos un caso que parece sacado de una broma de mal gusto.
Un usuario de Reddit, u/RedYourDead, contó que su Ryzen 7 9800X3D murió por segunda vez en la misma placa ASRock B850i Lightning WiFi. Y sí, el nombre “Lightning” (relámpago) no podía ser más irónico: el rayo cayó dos veces en el mismo sitio y fulminó dos CPUs.
La primera vez, el procesador duró unos seis meses antes de fallar. Lo reemplazaron vía RMA, y el dueño pensó que ya estaba a salvo. Pero la alegría fue corta: el segundo chip no aguantó ni dos meses, aun con la BIOS actualizada a la versión 3.25 de mayo. Esa versión prometía mejorar la compatibilidad, pero en la práctica el problema apareció más rápido que antes. Para muchos en la comunidad, esto demuestra que ni ASRock ni AMD tienen clara la causa real.
AMD, por su parte, echa la culpa a los fabricantes de placas, asegurando que algunas BIOS no cumplen con las guías de voltaje. Su consejo es simple: instalar siempre la última actualización. Sin embargo, este caso muestra que no alcanza. La versión más reciente, la BIOS 3.40, fija el voltaje VDDC_SOC en 1,20 V y configura el Load Line Calibration (LLC) en nivel 3 en lugar de “Auto”. Sobre el papel debería evitar la degradación, pero nadie está convencido hasta ver resultados reales.
Mientras tanto, la reputación de ASRock se desploma. En los foros, muchos ya la llaman “Assrock” en tono burlón. Algunos creen que su equipo de BIOS ignoró las especificaciones de AMD, y otros dicen que es la propia AMD la que se lava las manos. Lo cierto es que el consumidor queda atrapado en medio: invierte miles de dólares en hardware que termina siendo un pisapapeles carísimo.
Este caso deja claro lo delicado que es manejar CPUs de gama alta como el 9800X3D. Requieren una entrega de energía milimétrica, y cualquier desviación puede ser letal. Si los parches no solucionan el lío, muchos usuarios podrían pasarse a otras marcas de placas o incluso a la próxima generación de Intel, Nova Lake. Hasta entonces, a los dueños de placas ASRock de la serie 800 solo les queda rezar cada vez que actualizan el BIOS y esperar que su procesador no sea el próximo en morir.
Para los gamers que gastan fortunas en sus equipos, es frustrante que su PC se convierta en un verdadero cementerio de CPUs.