ASRock Japan anunció una campaña especial de garantía extendida para sus placas base de la serie 800, ofreciendo un año adicional de cobertura a los usuarios que registren sus productos antes del 31 de diciembre de 2025. Con esta promoción, el periodo estándar de dos años pasa a ser de tres, lo que brinda mayor tranquilidad a quienes confían en la marca. La iniciativa llega en un momento delicado, ya que en foros y comunidades de hardware abundan los debates sobre la fiabilidad de ciertos modelos y los riesgos que enfrentan procesadores de alto rendimiento.
La campaña aplica únicamente a la familia 800, que incluye las placas Intel Z890 y B860, además de las AMD X870 y B850. 
El modelo B840 queda fuera de la promoción. Un detalle llamativo es que la fecha de compra no influye: da igual si la placa fue adquirida hace meses o ayer mismo, siempre que se registre dentro del plazo. Para participar, los usuarios deben darse de alta en el ASRock Fan Club y realizar el registro en la sección “My Page > Product Registration”. Eso sí, solo son válidas las placas distribuidas oficialmente en Japón, lo que limita el alcance de la medida.
La decisión no parece casual. En los últimos meses, han circulado reportes sobre CPUs de gama alta – como el AMD Ryzen 9800X3D – dañados al usarse con ciertos modelos de placas. Aunque ASRock no ha admitido que la campaña esté relacionada con esos casos, la percepción general es que se trata de un intento de reforzar la confianza del consumidor. Obviamente, un año extra de garantía no elimina un posible problema de diseño, pero sí transmite que la compañía está dispuesta a respaldar sus productos.
No faltan críticas. Muchos consideran que el anuncio llega tarde y, sobre todo, resulta demasiado limitado al restringirse solo a Japón. Además, la extensión cubre exclusivamente la placa base, no el procesador, que suele ser el más afectado en incidentes de sobrecarga o mala regulación de voltaje. En tono irónico, algunos usuarios incluso comentan que colgarán el CPU quemado en la pared como “pieza de museo”. Sin embargo, para los clientes japoneses, los tres años de garantía son un beneficio tangible en un mercado donde montar un PC potente es cada vez más caro.
En resumen, la jugada de ASRock mezcla marketing con atención al cliente. Habrá que ver si competidores como ASUS, MSI o Gigabyte siguen el ejemplo. Por lo pronto, la compañía marca un precedente y eleva las expectativas de los entusiastas que exigen mayor responsabilidad a los fabricantes.