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Batman & Robin: del fracaso al culto, 28 años después

por ytools
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Casi treinta años después del estreno de “Batman & Robin”, la película sigue siendo recordada como uno de los mayores tropiezos del cine de superhéroes. Pero con el paso del tiempo, Alicia Silverstone y Chris O’Donnell han aprendido a mirar atrás sin resentimiento, e incluso con una sonrisa.
Batman & Robin: del fracaso al culto, 28 años después
En una reciente entrevista, ambos recordaron lo difícil que fue promocionar una película que ya estaba siendo destrozada por la crítica antes incluso de llegar a los cines.

En 1997, el director Joel Schumacher presentó una versión hipercolorida y exagerada de Gotham. George Clooney se enfundó el traje del Caballero Oscuro, Arnold Schwarzenegger soltó una avalancha de chistes helados como Mr. Freeze, y Uma Thurman interpretó a una Hiedra Venenosa tan teatral como magnética. Pero el público no lo recibió con entusiasmo: el tono camp, los diálogos absurdos y los infames pezones del traje de Batman fueron motivo de burla en todo el mundo.

Hoy, 28 años después, Silverstone y O’Donnell hablan del tema con serenidad. En declaraciones a Entertainment Weekly, ambos contaron lo frustrante que fue grabar frente a pantallas azules sin entender cómo se verían los efectos finales, y luego tener que responder a la prensa mientras el odio se multiplicaba. “De repente empiezas a ver las críticas y piensas: esto se fue al demonio”, recordó O’Donnell. “Había tanta hostilidad hacia la película… Y aun así tenías que sonreír y seguir adelante. Recuerdo que Joel Schumacher un día dijo: ‘Ya está, me rindo’. Estaba destrozado.”

A pesar de todo, O’Donnell asegura que no guarda rencor. “Algunos proyectos funcionan, otros no. Pero fue divertido formar parte de algo tan grande.” Silverstone, quien fue premiada con un Razzie a peor actriz de reparto, lo toma con humor: “¡Batgirl revivió! En su momento la gente la odiaba, pero ahora muchos me dicen que es su película favorita. Sobre todo mis amigos gays, que la adoran por su estilo camp. Es divertida, exagerada, y al final eso es lo que la hace especial.”

Y quizá ese era el plan de Schumacher desde el principio. En lugar del tono oscuro y gótico de Tim Burton, quiso rendir homenaje a la serie de los años 60 con Adam West, donde el humor absurdo y los colores chillones eran parte del encanto. El problema es que el público de los 90 esperaba algo más serio, y el cambio resultó chocante.

Con el tiempo, incluso los momentos más ridículos se han vuelto legendarios. Los chistes de Schwarzenegger, como “¡Congélate!” o “¡Qué placer verte, amigo del hielo!”, hoy son memes clásicos. Un fan lo resumió así: “Es imposible no reírse con Arnold y sus chistes helados. Es tan malo que termina siendo genial.”

Otros sienten una mezcla de vergüenza y nostalgia: “De niño me encantaba, de adulto me hace doler la cabeza, pero sigo viéndola con cariño.” Y hay quienes fueron implacables: “Después de los Batman de Burton, fue un golpe al corazón. Casi me salgo del cine.”

Tras el desastre, el personaje desapareció casi una década del cine hasta que Christopher Nolan lo resucitó con su trilogía de El Caballero de la Noche. Luego Zack Snyder y Matt Reeves ofrecieron nuevas visiones, más sombrías y realistas. Y ahora James Gunn prepara otro reinicio del universo DC. Batman siempre vuelve, incluso después de los peores tropiezos.

Hoy, “Batman & Robin” es mucho más que un fracaso: es un ícono del exceso de los 90, una obra tan desastrosa como inolvidable. Y para Silverstone y O’Donnell, la prueba de que incluso los errores pueden convertirse en leyenda.

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