Entre los fans de Bloodborne ya se volvió chiste interno: el verdadero jefe final no está escondido en Yharnam, sino en las oficinas de Sony, que sigue sin lanzar un port oficial para PC. Mientras ese sueño se alarga, la escena de la emulación hace silenciosamente el trabajo pesado. 
La nueva versión 0.12.6 del emulador ShadPS4 da un salto tan grande en rendimiento que Bloodborne empieza a sentirse, por primera vez, como una opción real en PC… e incluso como algo sorprendentemente jugable en Steam Deck.
ShadPS4 nació como proyecto del desarrollador George Moralis y hoy es mantenido por una comunidad muy activa. La misión suena sencilla pero es técnicamente complicada: recrear el hardware de PlayStation 4 con suficiente precisión para que sus juegos corran en un PC normal. La build 0.12.6, disponible como nightly a través del instalador oficial en la web del emulador, introduce optimizaciones profundas en CPU y GPU, un planificador de hilos más inteligente y una emulación más fina de efectos pesados. Todo esto beneficia especialmente a exclusivos que siguen atrapados en PS4: Bloodborne, God of War III Remastered, InFAMOUS Second Son, The Last Guardian y compañía.
El caso de Bloodborne es el que más impresiona. En versiones anteriores de ShadPS4, el juego arrancaba, podías dar unas vueltas por las primeras calles y matar algún que otro monstruo, pero la tasa de cuadros subía y bajaba sin parar y los microtirones arruinaban cualquier sensación de fluidez. Era más una demo técnica para curiosos que una forma seria de jugar. Con la 0.12.6, pruebas de la comunidad muestran que, en ciertas zonas, el rendimiento se llega a duplicar en equipos con procesador Intel Core i5-13500 y una RTX 3060 Ti. Donde antes veías unos 20 FPS inestables, ahora es posible moverse entre 40 y 60 FPS según la escena y la configuración.
En máquinas de gama alta, el cambio se vuelve todavía más evidente. Combinado con una RTX 4080, Bloodborne en ShadPS4 ofrece una estabilidad que mucha gente no esperaba de un emulador, y sobre todo esquiva un viejo fantasma: los problemas de frame pacing que arrastra la versión de PS4 y que incluso siguen presentes al jugar en PlayStation 5 por retrocompatibilidad. En PC, la imagen se siente mucho más uniforme; las animaciones fluyen mejor, los movimientos de cámara dejan de dar pequeños tirones y las calles góticas de Yharnam se ven por fin tan suaves como siempre debieron ser.
Lo interesante es que este salto no está reservado solo a quien tiene una tarjeta gráfica monstruosa. Para muchos jugadores con hardware medio, el discurso cambió de “lo pruebo diez minutos por curiosidad” a “me quedé toda la noche farmeando ecos de sangre”. Ajustando la resolución interna, limitando el FPS a un objetivo razonable, tocando la filtración de texturas y siguiendo las guías de la comunidad sobre mods que corrigen fallos concretos, Bloodborne deja de ser un experimento reservado a entusiastas hardcore y pasa a ser algo que puedes adaptar a tu PC.
En Steam Deck el impacto también se nota muchísimo. En builds antiguas, lanzar Bloodborne en la portátil de Valve era casi un ritual de sufrimiento: bajones constantes de rendimiento, tirones cada vez que girabas la cámara rápido y audio que se rompía cuando la escena se llenaba de efectos. Con ShadPS4 0.12.6, los vídeos recientes muestran otra historia. La exploración es mucho más estable, los combates se sienten menos caóticos desde el punto de vista de rendimiento y los menús responden con bastante más rapidez. No, no es un milagro de 60 FPS clavados, pero perfiles bien configurados de 30 o 40 FPS se ven muy naturales en la pantalla del Deck, y la idea de cazar bestias en la cama o en el sofá deja de ser meme y empieza a ser plan real.
Aun así, conviene recordar que seguimos hablando de emulación, no de un port nativo. Incluso con todas las mejoras, Bloodborne en ShadPS4 no es perfecto. Siguen apareciendo pequeños glitches visuales, momentos raros con luces o sombras y algún que otro crash ocasional. Quien llega por primera vez tiene que dedicar algo de tiempo a probar ajustes, generar cachés de shaders y, si hace falta, ir saltando entre distintas nightlies hasta encontrar la que mejor se lleva con su equipo. La parte positiva es que la escena de modders se mueve rápido, sacando parches específicos para problemas muy concretos; la sensación general es que cada actualización lima un poco más las asperezas, aunque el sueño del botón mágico de “todo listo” todavía quede lejos.
En God of War III Remastered la historia es parecida, solo que en otra escala. La gran novedad de la 0.12.6 es que la intro brutal del juego, esa secuencia gigantesca con Kratos escalando un titán, por fin se emula como debe. Ya no se rompe la geometría, no desaparecen efectos clave y la escena se ve como muchos la recuerdan de la era de PS3, pero ahora renderizada a través de la capa de PS4 en un PC. Más adelante en la aventura siguen presentes bugs gráficos y bajones en algunas zonas, así que todavía no se puede hablar de experiencia perfecta, pero es una señal muy clara de hasta dónde ha llegado el proyecto.
Otros exclusivos también empiezan a despertar. InFAMOUS Second Son todavía no se puede recomendar para una partida completa sin paciencia, pero las pruebas muestran más FPS y menos tendencia a colgarse. The Last Guardian, uno de los títulos que más sufría en la consola original, se beneficia mucho de las optimizaciones de CPU y GPU: esos tramos donde la pantalla se llenaba de física, partículas y plumas de Trico ya no se caen al modo diapositiva con tanta facilidad. Para quienes se preocupan por la preservación de juegos, cada cutscene que se ve bien, cada shader que se arregla y cada frame extra que se rasca es un pequeño triunfo para la biblioteca de PS4.
En medio de todo esto no hay que perder de vista el contexto legal y ético. Como cualquier emulador serio, ShadPS4 parte de la idea de que el usuario usa firmware y copias de juegos obtenidas de su propia consola, de títulos que ya compró. No es una puerta trasera para conseguir juegos gratis; es una forma de seguir disfrutando de lo que ya es tuyo en hardware moderno y con más opciones. Con Sony manteniendo silencio sobre un port de Bloodborne para PC y varios exclusivos importantes atados todavía a PS4, proyectos como este acaban ocupando un rol que va más allá del simple capricho técnico.
ShadPS4 0.12.6 no es el final del camino, pero sí se siente como un hito importante. Bloodborne nunca había sido tan jugable en PC y Steam Deck, los usuarios con equipos de gama media por fin tienen una experiencia razonable y otros grandes nombres del catálogo de PS4 ya asoman la cabeza al territorio de la “casi jugabilidad”. El jefe más duro sigue siendo convencer a la propia Sony de dar el paso hacia un port oficial, pero para quienes no le temen a trastear con la configuración, la idea de perderse en Yharnam con alta tasa de cuadros y buena calidad de imagen en PC nunca estuvo tan cerca.