Paradox Interactive vuelve a estar en el ojo del huracán con el esperado Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2.
Esta vez, sin embargo, el editor parece dispuesto a dar marcha atrás y a reconquistar la confianza de los jugadores. Tras la polémica decisión de bloquear dos clanes clásicos detrás de un DLC de pago, la compañía anunció que devolverá automáticamente todas las reservas hechas en PlayStation Store y que revisará de fondo su estrategia de lanzamiento.
De inicio, se confirmó que la edición estándar solo incluiría cuatro clanes jugables: Brujah, Tremere, Banu Haqim y Ventrue. Para muchos veteranos, la comparación con el título original de 2004 fue inevitable: aquel incluía siete clanes desde el primer día. La indignación creció al revelarse que los clanes Lasombra y Toreador estarían disponibles únicamente en el paquete adicional Shadows and Silk (21,99 dólares) o dentro de la edición Premium (89,99 dólares). Los jugadores que pagaran 59,99 por la versión base quedarían excluidos de dos de los clanes más icónicos de la saga.
La reacción no se hizo esperar. Los fans acusaron a Paradox de recortar deliberadamente el contenido para luego venderlo aparte a precio elevado. Un representante de la compañía defendió la decisión en la gamescom 2025 como una “elección empresarial”, pero lejos de calmar los ánimos, terminó por intensificar la tormenta.
Durante las últimas semanas ya había señales de un cambio. En Discord, un portavoz adelantó que “se venían grandes cambios”. Ahora la editorial lo confirmó de forma oficial: todos los pedidos anticipados en PS Store serán reembolsados. En su comunicado se lee: “Estamos haciendo ajustes y compartiremos los detalles el 17 de septiembre. Los grandes cambios llevan tiempo, y queremos hacerlo bien. Los pedidos anticipados en PS Store serán reembolsados el 8 de septiembre. Podrán volver a reservar antes del lanzamiento el 21 de octubre”.
Este anuncio ha desatado especulaciones. Muchos creen que los dos clanes polémicos se incluirán en la versión base, quizá con un aumento del precio final a 70 dólares. Otros piensan que la edición Premium desaparecerá o se transformará en un paquete centrado solo en cosméticos o pequeñas historias secundarias. La expectativa mayoritaria es clara: todos los clanes deben estar disponibles sin barreras en la versión estándar.
La comunidad, sin embargo, se mantiene dividida. Algunos celebran el gesto de Paradox y valoran que haya admitido el error, algo poco común en la industria. Otros se muestran muy escépticos: el desarrollo de Bloodlines 2 ha sido un camino lleno de tropiezos, con retrasos, cambios de estudio y giros creativos bruscos. Para esos jugadores, esta controversia del DLC no es más que otro capítulo de un proyecto que ya viene arrastrando demasiados problemas. Lo que antes era una compra obligatoria “día uno” ahora se percibe como un “ya veremos, quizás en oferta dentro de un año”. Incluso hay quienes opinan que el juego encajaría mejor en un servicio como Game Pass, donde el impacto de microtransacciones y ediciones premium es menor.
Más allá de este caso concreto, la polémica reavivó un debate recurrente en la industria: la práctica de trocear contenido para venderlo en forma de DLC desde el primer día. Los términos “avidez” y “decisión desconectada de los jugadores” se repitieron en redes sociales y foros. Algunos sospechan que Paradox no renunciará por completo a la estrategia y que simplemente moverá los clanes a una edición Deluxe, manteniendo así algún tipo de muro de pago. A su vez, quienes compraron ediciones especiales hace años se preguntan si recibirán alguna compensación adicional.
A pesar de todo, queda un rayo de esperanza. Para Paradox, Bloodlines 2 es un título crucial, y un nuevo fracaso sería desastroso. Si de verdad quiere reconquistar a la comunidad, la única salida es ofrecer un paquete completo y justo. El 17 de septiembre será la fecha clave: ese día los fans descubrirán si la compañía está lista para priorizar la confianza a largo plazo sobre las ganancias inmediatas.