Randy Pitchford defiende la ausencia del control de FOV en Borderlands 4 en consolas con el argumento de la “justicia”
Borderlands 4 llegó con fuerza: rompió récords de jugadores simultáneos en Steam y generó un enorme revuelo en la comunidad. Pero junto al éxito vino también una gran polémica. Los usuarios de PlayStation 5 y Xbox Series X|S descubrieron que el juego no incluye un control para ajustar el campo de visión (FOV) ni una opción para desactivar el motion blur. En PC, ambas funciones están disponibles desde el primer día, lo que ha encendido la ira de los jugadores de consola.
En ordenador se puede ampliar el FOV hasta 110 grados y modificar el desenfoque de movimiento. En consolas, en cambio, la configuración es fija. Para muchos no se trata solo de comodidad: varios jugadores aseguran sufrir mareos y náuseas. Uno comentó: “Intenté jugar dos veces hoy y las dos veces terminé con sensación de mareo en 15 minutos”. Otro añadió: “Con un FOV tan estrecho me mareo enseguida, y si encima está el motion blur, me revuelve el estómago”.
Algunos creen que la limitación está relacionada con el rendimiento. Un FOV más amplio aumenta la carga de trabajo de la consola y puede afectar la tasa de fotogramas. Pero Randy Pitchford, director de Gearbox, salió a escena con otra explicación: la justicia. En redes sociales dijo: “Tengo sueños donde un ajuste de FOV podría afectar la justicia. No puedo hablar de eso aún, pero sé que es importante para ustedes y lo estamos revisando”.
Pitchford acompañó su comentario con una encuesta. De casi 25.000 votos, el 72% eligió “¡FOV slider o nada!”. La respuesta de la comunidad no dejó lugar a dudas.
¿Qué quiso decir exactamente con “justicia”? Borderlands 4, de momento, es un juego cooperativo PvE, sin modo competitivo. Sin embargo, muchos interpretaron sus palabras como pista de un posible PvP en el futuro. Y ahí sí: un FOV mayor permite ver más enemigos y entorno, lo que puede ser una ventaja. Al mismo tiempo, un FOV menor puede estabilizar el rendimiento, lo cual también puede considerarse una ventaja. En partidas con crossplay, ambas situaciones pueden generar desequilibrios.
Las reacciones no tardaron. “¿Justicia de qué?”, preguntó un usuario. Otro ironizó: “Justo sería que todos tuviéramos las mismas opciones. PC puede cambiar el FOV, consola no. ¿Dónde está la igualdad?”. Con el crossplay activo desde el lanzamiento, la contradicción se volvió aún más evidente.
El motion blur generó su propio caos. Pitchford afirmó que Gearbox “no admite desenfoque de movimiento en consolas” y que, si los jugadores lo ven, probablemente se deba a la configuración de la TV. Pero en PC sí aparece como opción en el menú. El mensaje fue confuso y aumentó la molestia.
Aun así, el estreno fue gigantesco. Borderlands 4 rozó los 300.000 jugadores simultáneos en Steam, una marca inédita para la saga. Pitchford incluso aseguró que los servidores eran “imposibles de tumbar por exceso de jugadores”. Y de momento cumplió: los servidores se mantuvieron estables, algo que muchos lanzamientos AAA no logran.
En PC, sin embargo, abundan las críticas por el rendimiento. Bajones de FPS, stuttering y cierres inesperados afectan incluso a equipos de gama alta. El resultado: una valoración “mixta” en Steam. Como respuesta, Gearbox publicó una guía de optimización para gráficas Nvidia y aconsejó dejar que los shaders se recompilen durante al menos 15 minutos tras cambiar la configuración. Muchos interpretaron la recomendación como un intento de calmar la avalancha de reseñas negativas.
En consolas, el malestar sigue. Algunos culpan a la Series S por su hardware limitado. Otros creen que es simplemente una excusa. Y no faltan los que ya abandonaron el juego: “Lo desinstalé. El peor Borderlands hasta ahora. Me arrepiento de haberlo comprado en PSN”, confesó un usuario.
El historial de Pitchford tampoco ayuda. Conocido por declaraciones polémicas y varios escándalos, cada palabra suya despierta desconfianza. “Todo lo que sale de su boca es basura”, comentó un fan. Otro añadió: “El Randy grasiento debería aprender a callarse”.
Aun así, no todos están furiosos. Algunos dicen que después de una hora uno se acostumbra al FOV fijo. Otros recuerdan que un FOV demasiado amplio provoca el efecto “ojo de pez” y puede incluso empeorar los mareos. Desde esa perspectiva, limitar el FOV puede ser visto como una decisión de diseño.
En definitiva, la discusión refleja algo más grande: la expectativa actual de los jugadores de tener control total sobre su experiencia. Ajustes de FOV y motion blur se consideran hoy básicos. Que falten, sobre todo en un título con crossplay, se percibe como retroceso.
Ahora Gearbox debe decidir: mantenerse firme con su filosofía de “justicia” o dar el brazo a torcer y añadir las opciones que la comunidad reclama. Mientras tanto, Pitchford sigue echando leña al fuego con sus declaraciones. Para los jugadores, justicia significa igualdad de condiciones y comodidad en cualquier plataforma. Hasta que eso ocurra, los cazadores de la Arca en consola tendrán que lidiar tanto con los tiroteos caóticos como con los mareos que provoca la cámara.