El lema de OnePlus siempre ha sido Never Settle, nunca conformarse. Pero para muchos dueños de un OnePlus 15, OnePlus 13 y otros modelos recientes, la sensación tras instalar OxygenOS 16 es exactamente la contraria: un gama alta que ya no es capaz ni de decirte si va a llover. 
La actualización está dejando inutilizada la app de tiempo integrada en el sistema, y el fallo también se nota en dispositivos como el OnePlus Watch 3. Para una función tan básica y tan presente en el día a día, el golpe es mucho mayor de lo que parece.
Los síntomas se repiten una y otra vez en los foros. La app se abre, pero no carga datos nuevos; el widget se queda congelado con una temperatura de días anteriores; la animación de carga gira sin fin; en algunos relojes sólo aparecen guiones donde antes había sol, nubes y lluvia. Lo llamativo es que los reportes llegan desde países distintos, con diferentes operadoras y tipos de conexión. Es decir: no estamos ante un problema de una zona concreta o de un servidor puntual, sino de algo que se ha roto en la combinación de OxygenOS 16 con el servicio de clima de OnePlus.
Qué modelos de OnePlus están sufriendo el error
En el foro oficial de la comunidad OnePlus, en Reddit y en grupos de Telegram dedicados a la marca se dibuja el mismo patrón. Quienes han dado el salto a OxygenOS 16 en su OnePlus 15, OnePlus 13 y otros buques insignia recientes coinciden en lo mismo: antes de actualizar, el widget de clima funcionaba sin drama; justo después, dejó de mostrar información fiable o directamente se quedó en blanco.
La historia se repite en la muñeca. En el OnePlus Watch 3, las complicaciones de tiempo del reloj dejan de refrescarse, la temperatura aparece como cero o vacío y el pronóstico por horas se corta de golpe. Como el reloj tira de los mismos servidores y del mismo ecosistema que el teléfono, todo apunta a un fallo compartido en el lado del software o de la API que conecta los dispositivos con la nube de OnePlus.
Un detalle clave es el momento en el que todo empieza. La inmensa mayoría de los usuarios señalan el mismo punto de inflexión: la instalación de OxygenOS 16. No hay cambios de operador, ni restablecimientos de fábrica, ni modificaciones raras. Simplemente, tras la nueva versión del sistema, el clima dejó de ser de fiar.
La comunidad hace ruido, OnePlus guarda silencio (de momento)
Como era de esperar, los primeros afectados acudieron al soporte oficial. Varios cuentan que han abierto tickets y chats con el servicio de atención al cliente. La respuesta suele ser parecida: el problema está registrado, se ha enviado a los desarrolladores y se agradecerán más informes de error. Lo que falta es lo que muchos consideran básico: un comunicado claro que admita el fallo, explique que se está trabajando en ello y ofrezca una idea, aunque sea aproximada, de los tiempos.
Ese vacío de información es el caldo de cultivo perfecto para los memes. No faltan bromas sobre “móvil de 800 euros que no sabe si va a caer un chaparrón” o comentarios irónicos sobre cómo se cuida el rendimiento en juegos pero se tropieza con un widget. Más allá del chiste fácil, hay una crítica de fondo: si una gran actualización es capaz de romper algo tan esencial y cotidiano, ¿hasta qué punto se están haciendo pruebas de regresión serias antes de lanzarla a todo el mundo?
Conviene recordar que, para muchos, la app de tiempo es una de las más consultadas del teléfono. En ella se decide si coger abrigo, cómo ir al trabajo, si se adelanta una escapada o se cancela una barbacoa. Cuando algo tan básico falla, el usuario no sólo se enfada: empieza a desconfiar de la siguiente actualización que aparezca en pantalla.
Por qué una “simple” app de tiempo puede romperse tras una actualización
Desde fuera, una app de clima parece trivial: mostrar temperatura, sensación térmica, icono de lluvia o sol y listo. Pero por debajo, el camino es bastante delicado. El sistema tiene que obtener la ubicación con cierta precisión, el cliente debe generar la petición correcta al servidor, superar la autenticación, interpretar la respuesta, guardarla en caché y actualizar widgets, notificaciones y relojes, todo ello siguiendo las normas de ahorro de energía y de uso de datos que marca Android y, por encima, OxygenOS.
Si en OxygenOS 16 se ha retocado la forma de limitar procesos en segundo plano, la priorización de tareas de red o la gestión de la localización, es fácil que la app se quede sin permisos efectivos para hacer su trabajo. Basta también con un pequeño cambio en el formato de la respuesta del servidor o en los certificados para que el cliente deje de entender lo que le llega. El resultado, para el usuario, es siempre el mismo: nada de pronóstico, nada de widgets actualizados, sólo un silencio muy poco informativo.
Como los informes coinciden en que el fallo afecta a varios teléfonos, a relojes y a usuarios de regiones diferentes, la explicación más razonable es precisamente esa: un bug de software en la parte de OxygenOS que se encarga de hablar con el servicio de clima, combinado quizá con algún ajuste reciente en los servidores de OnePlus.
Qué pueden hacer los usuarios mientras se espera el parche
Los dueños de un OnePlus afectados tienen poco margen sobre la pieza que realmente está rota, pero sí pueden probar algunos pasos clásicos. Limpiar caché y datos de la app de tiempo, quitar y volver a poner el widget, revocar los permisos de ubicación y otorgarlos de nuevo, o reiniciar el teléfono por completo son maniobras inofensivas que, en otras ocasiones, sí han resuelto errores menores. En este caso concreto, la mayoría comenta que, como mucho, el clima revive durante un rato y vuelve a fallar.
Pensar en volver a una versión anterior de OxygenOS es algo que suena tentador, pero que en la práctica suele ser engorroso y arriesgado. No todos los mercados permiten hacerlo de forma oficial, el proceso implica copias de seguridad, herramientas adicionales y, en el peor de los casos, pérdida de datos. Para la gran mayoría, no es una solución realista.
Lo más sensato a corto plazo es buscar un plan B. En Google Play abundan apps de clima con sus propios widgets y notificaciones, basadas en otras fuentes de datos. Instalar una de estas aplicaciones, colocar su widget en el lugar que antes ocupaba el de OnePlus y olvidarse temporalmente del cliente nativo es, ahora mismo, la estrategia que más usuarios están siguiendo.
En el terreno de los wearables las opciones son más limitadas, porque el OnePlus Watch 3 depende mucho del ecosistema del fabricante. Aun así, se puede sobrevivir concentrando la información del clima en el móvil y dejando el reloj para otras tareas. No es la experiencia ideal para quien se acostumbró a mirar la muñeca y salir de casa, pero al menos permite pasar el bache sin ir totalmente a ciegas.
Cómo debería reaccionar OnePlus ante este tropiezo
Desde la óptica de la marca, el bug del clima no es una catástrofe de seguridad, pero sí un problema de imagen. No se pierden fotos ni conversaciones, pero queda en evidencia que una de las herramientas más básicas del sistema se ha roto tras un gran update. Para un fabricante que se vende como cercano a la comunidad y muy sensible al feedback, la forma en que gestione este episodio será casi tan importante como el fallo en sí.
Lo deseable sería una respuesta directa: reconocer públicamente el problema, explicarlo con un lenguaje comprensible y prometer una corrección, aunque sea con un margen de tiempo amplio. También ayudaría detallar si el arreglo llegará mediante una pequeña actualización de sistema, un parche de la app o un cambio silencioso en los servidores. La transparencia, en estos casos, vale oro.
A medio plazo, el caso debería servir como toque de atención interno. Apps como teléfono, relojes, mensajes o clima no son glamur, pero son las que marcan la experiencia real de uso. Se puede presumir de carga ultrarrápida y de Inteligencia Artificial en la cámara, pero si tras actualizar deja de funcionar el pronóstico, el usuario se queda con una sensación amarga. Reforzar las pruebas de regresión de estas piezas básicas antes de cada gran versión de OxygenOS es una lección que OnePlus haría bien en tomar en serio.
Lo que viene ahora para quienes tienen un OnePlus
Para los dueños de un OnePlus 15, OnePlus 13 y otros modelos que se han quedado sin clima, la situación es molesta pero, con toda probabilidad, temporal. Los bugs que afectan a muchos dispositivos a la vez y generan ruido en redes sociales suelen escalar rápido en la lista de prioridades de cualquier equipo de software. Cuantos más usuarios reporten el problema por los canales oficiales, más difícil será para la compañía mirar hacia otro lado.
Este episodio es también un recordatorio de algo que a veces olvidamos: nuestro móvil depende de una red de servicios invisibles. Basta que uno de ellos falle para que un gesto tan simple como mirar la temperatura deje de funcionar. Falta por ver si OnePlus tratará este asunto como una nube pasajera o como una tormenta seria que obliga a replantear cómo se prueban y se comunican las grandes actualizaciones. Mientras tanto, un buen widget alternativo y, llegado el caso, un vistazo por la ventana seguirán siendo el pronóstico más fiable.