Lo que comenzó como un simple robo de iPhone en la víspera de Navidad terminó destapando una de las mayores redes internacionales de contrabando entre el Reino Unido y China. Un londinense, decidido a recuperar su teléfono, usó la función Buscar mi iPhone de Apple, que lo llevó hasta un almacén cerca del aeropuerto de Heathrow. Cuando la policía entró, se encontró con cientos de iPhones empaquetados y listos para ser enviados a Hong Kong.
Aquel hallazgo marcó el inicio de una investigación que puso al descubierto una operación criminal de gran escala.
Según la Policía Metropolitana, la red había conseguido enviar unas 40.000 unidades robadas en tan solo un año, lo que representa casi la mitad de los robos de móviles registrados en Londres durante ese periodo. En redadas simultáneas en Londres y Hertfordshire, los agentes incautaron más de 2.000 teléfonos y arrestaron a 18 sospechosos, entre ellos dos ciudadanos afganos y uno indio.
Las autoridades explicaron que la organización funcionaba como una empresa internacional: los ladrones de calle vendían los dispositivos a intermediarios por unas 300 libras, y estos luego los enviaban a China, donde cada iPhone podía alcanzar precios de hasta 4.000 libras. En el mercado chino, estos teléfonos son especialmente buscados por su capacidad de eludir las restricciones de censura digital impuestas por el gobierno.
“Esto no era un grupo de rateros cualquiera, era una red global con estructura y logística”, comentó un portavoz policial. Las ganancias eran tan altas que muchos delincuentes abandonaron el tráfico de drogas para dedicarse al robo de móviles. En los últimos cuatro años, los robos de teléfonos en Londres se han triplicado, superando los 80.000 casos anuales. Sin embargo, la policía asegura que gracias a herramientas tecnológicas como Buscar mi iPhone, las cifras han empezado a descender un 14% en lo que va de año.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, elogió el trabajo de los agentes y el papel de Apple, pero instó a las empresas a ir más allá: “Necesitamos dispositivos que sean completamente inútiles una vez robados”. Apple, por su parte, ya ha introducido una capa extra de protección llamada Protección de Dispositivo Robado, que refuerza las medidas contra el uso no autorizado.
Este caso demuestra cómo la tecnología, cuando se utiliza de forma inteligente, puede ser la mejor aliada contra el crimen. Un solo iPhone robado llevó a descubrir una red internacional de contrabando y mostró que, a veces, un simple clic puede desencadenar una investigación global.