Call of Duty siempre ha jugado entre el realismo y el espectáculo, y la polémica por los skins extravagantes vuelve a estar en el centro con Black Ops 7. En Black Ops 6 vimos de todo: Beavis y Butt-Head, las Tortugas Ninja e incluso un unicornio arcoíris que brillaba en la oscuridad. 
Para unos fue divertido y creativo, para otros rompió por completo la inmersión y hasta afectó la competitividad.
Miles Leslie, director creativo asociado, habló antes de la presentación de BO7: “Estamos atentos al feedback y buscamos ese equilibrio donde todos se sientan representados sin que se pierda la experiencia justa”. En otras palabras: Activision sabe que estos cosméticos dan dinero, pero también que corren el riesgo de alejar a los jugadores veteranos que esperan un shooter más serio.
Mientras tanto, Battlefield 6 se planta como alternativa realista. Su director de diseño, Shashank Uchil, fue claro: “No necesitamos a Nicki Minaj aquí. Mantengámoslo realista”. Ese contraste deja a Call of Duty en una encrucijada: seguir el camino estilo Fortnite que vende millones o volver a un tono más militar y sobrio.
La comunidad está partida. Algunos señalan que Activision escucha más a la billetera que a los jugadores, recordando que los skins llamativos ya se mostraban en la preventa. Otros piden algo sencillo: un botón en el menú para desactivar skins pagos, señalando que hasta Halo MCC lo hizo. Y no faltan quienes extrañan la época en la que se pagaba por mapas nuevos en lugar de paquetes de disfraces.
A pesar de todo, el gran atractivo de Call of Duty sigue siendo el gameplay. Eso es lo que mantiene enganchada a la gente, aunque te mate un Beavis con 360 noscope o te reciba Donatello en tu respawn. Ahora Black Ops 7 tendrá que demostrar que se puede tener diversión y competitividad al mismo tiempo, sin perder a su base más fiel.
1 comentario
no sé qué creer menos: que activision deje el rollo fortnite o que EA no lo copie