El CEO de Intel, Lip-Bu Tan, se reunirá el lunes con Donald Trump en la Casa Blanca en un cara a cara que podría marcar su futuro al frente de la compañía. La cita llega en medio de crecientes acusaciones sobre supuestos vínculos de Tan con China. 
Según el Wall Street Journal, aprovechará el encuentro para defender su trayectoria y remarcar la importancia estratégica de Intel para la seguridad nacional de EE.UU.
La polémica estalló tras una carta del senador Tom Cotton al consejo de Intel pidiendo la destitución de Tan. Cotton recordó que, entre 2008 y 2021, él dirigió Cadence Design Systems, empresa que se declaró culpable de vender ilegalmente tecnología a una universidad china y de facilitar la transferencia encubierta de ese conocimiento a una firma de semiconductores en China sin las licencias requeridas por el gobierno estadounidense. El caso terminó en un acuerdo con el Departamento de Justicia y una multa de 140 millones de dólares.
También se cuestiona el historial de inversiones de Tan a través de su fondo Walden International, que llegó a tener participaciones mayoritarias en más de 40 empresas y minoritarias en unas 600 más, algunas con vínculos con el Partido Comunista Chino y el Ejército Popular de Liberación. Aunque en los últimos años se ha desprendido de muchas de estas posiciones, la sombra de esas inversiones sigue pesando.
Otro elemento que alimenta el debate es que gran parte de los diseños clave de CPU de Intel se desarrollan en Israel. Desde Rocket Lake hasta Alder Lake, los ingenieros israelíes han liderado proyectos importantes, lo que despierta especulaciones sobre las verdaderas lealtades del directivo.
En una carta reciente a los empleados, Tan aseguró que “siempre ha actuado con los más altos estándares legales y éticos”. El lunes se sabrá si Washington le cree – y si seguirá al mando de Intel.
1 comentario
jajaja a ver si aparece algún israelí ahí metido 😏