China está utilizando la inteligencia artificial (IA) para acelerar el diseño de procesadores, una estrategia impulsada por las recientes sanciones de Estados Unidos. El sistema de IA denominado QiMeng ha sido desarrollado para optimizar el diseño de chips y ya ha dado lugar a la creación de dos procesadores.
El primero, el QiMeng-CPU-v1, es comparable con el Intel i486 de 1989, mientras que el segundo, el QiMeng-CPU-v2, se dice que rivaliza con el procesador Arm Cortex A53, comúnmente utilizado en dispositivos de gama media.
Para ponerlo en perspectiva, el Intel 486 es un procesador de 1989, pero el QiMeng-CPU-v2, si realmente cumple con las promesas de rendimiento, representaría un avance de 23 años, ya que el Cortex A53 se lanzó en 2012. Este proyecto, dirigido por la Academia China de Ciencias (CAS), tiene como objetivo utilizar la IA para desarrollar procesadores de última generación. La capacidad de QiMeng para acelerar el proceso de diseño de chips es impresionante: tareas que normalmente tomarían semanas para equipos humanos ahora se completan en pocos días. Por ejemplo, el diseño de un chip para vehículos autónomos, que normalmente llevaría semanas, ahora se puede terminar en solo unos días.
El sistema de IA ha llegado en un momento clave para China, especialmente porque Estados Unidos ha presionado a las principales empresas de Automatización del Diseño Electrónico (EDA) como Cadence y Synopsys para que suspendan sus operaciones en el país. A pesar de estas restricciones, empresas como Synopsys ya están utilizando IA para pasos clave en el diseño de chips, habiendo ayudado en el desarrollo de más de 200 chips. El surgimiento de QiMeng refleja el esfuerzo de China por reducir su dependencia de la tecnología extranjera y recuperar su independencia en la producción de semiconductores.
El principal objetivo de QiMeng no es solo reducir costos, sino también acelerar el ciclo de desarrollo y mejorar la eficiencia. Aunque las primeras dos versiones han mostrado buenos resultados, la atención ahora está puesta en QiMeng v3. La próxima versión será la verdadera prueba para ver si puede crear un procesador que cumpla con los estándares modernos y ayudar a la industria de semiconductores de China a superar las sanciones de Estados Unidos, que han restringido la actividad de los principales proveedores de EDA. Estas empresas, incluidas Cadence, Synopsys y Siemens, ahora necesitan licencias del Departamento de Comercio de EE. UU. para operar en China.
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