El director Chris Columbus lo dejó clarísimo: Mi Pobre Angelito no necesita un remake. En una entrevista reciente, explicó que la película de 1990 fue un momento único que no se puede repetir. “Es un error intentar rehacer algo que hicimos hace 35 años.
Esa película debe quedarse como está”, dijo.
Y no le falta razón. La primera fue un golpe de suerte perfecto: el guion de John Hughes, la actuación inolvidable de Macaulay Culkin como Kevin y la dupla cómica de Joe Pesci y Daniel Stern. Todo eso creó una magia que ninguna secuela pudo igualar. Cada continuación sonaba a copia, y el intento más reciente, Home Sweet Home Alone (2021), solo confirmó que es imposible recrear aquella chispa, aunque tengas buenos actores.
Hacer una versión moderna sería aún peor. Con celulares, redes sociales y Uber, la idea de un niño totalmente incomunicado ya no tiene sentido. Parte del encanto era justamente esa Navidad en los suburbios de Chicago en los 90, algo que no se puede trasladar al presente sin perder lo especial.
Macaulay Culkin ya comentó que podría volver al papel si le hacen una buena oferta, pero los fans prefieren algo diferente. Algunos imaginan a Kevin adulto con hijos que heredan sus trucos; otros fantasean con una versión oscura donde se une a los ladrones. Pero la mayoría coincide: nada va a superar las dos primeras películas.
Para muchos, Mi Pobre Angelito está en la misma liga que El Día de la Marmota o El Club de los Cinco: historias perfectas que no necesitan remake. La postura de Columbus solo confirma que, a veces, lo mejor que se puede hacer con un clásico es dejarlo en paz.
2 comentarios
denme a Culkin en modo John Wick, trampas y venganza 🔥
la primera fue magia pura, las demás copias baratas