El rodaje de Clayface, uno de los proyectos más arriesgados y originales del nuevo DCU, avanza en Liverpool y las primeras fotos filtradas ya han encendido la conversación entre los fans. La nueva Gotham City luce oscura, desgastada y con un aire retro que recuerda a los años 70, aunque con detalles modernos que le dan un aspecto atemporal. Una mezcla perfecta para el tono de terror corporal que promete la película. 
En las imágenes aparece Tom Rhys Harries caracterizado, con vendas y manchas de sangre, dejando claro que la historia girará en torno a una transformación tan perturbadora como trágica.
Bajo la dirección de James Watkins y con guion del reconocido Mike Flanagan, Clayface no será una típica historia de Batman. Se centra en un actor en ascenso cuya vida se derrumba cuando el gánster Jimmy “Red” McCoy lo ataca brutalmente. En su desesperación busca la ayuda de una científica con métodos extremos, lo que desata su conversión en el monstruo de barro que conocemos de los cómics. Los lectores veteranos reconocerán a McCoy como un villano menor que debutó en Batman #4 de 1940, un detalle que demuestra la intención de escarbar en lo más profundo del canon.
Las fotos del set han generado dudas sobre la época en que transcurre la trama. Mientras algunos autos parecen sacados de los años 70, las furgonetas de noticias se ven actuales. ¿Será que el protagonista rodaba una película de época cuando sufrió el accidente? ¿O Gotham es simplemente una ciudad atrapada entre décadas? Incluso el periódico Gotham Gazette apareció con el mismo logo visto en el universo de Matt Reeves, lo que disparó especulaciones sobre posibles conexiones entre ambos mundos.
Los detalles no acaban ahí: placas de matrícula de Gotham, coches de la GCPD, un póster con guiños a Bill Finger y al dibujante Jim Aparo, además de un inquietante aviso de persona desaparecida. También salió a la luz un mapa de Gotham que confirma la existencia de Wayne Manor, Wayne Tower y Wayne Industries en esta continuidad, reforzando la idea de que el DCU quiere consolidar una versión completa e interconectada de la ciudad.
Otra sorpresa fue ver al actor Eddie Marsan grabando una escena de conferencia de prensa frente a un hospital. Su papel aún no se ha revelado, pero podría ser un político, un detective o incluso un personaje con motivaciones más oscuras. Lo cierto es que su presencia suma peso dramático a la producción.
Algunos se preguntan si un largometraje sobre Clayface puede funcionar sin Batman. James Gunn ya aclaró que sí: esta es una historia de origen que debía formar parte del DCU principal y no del universo más realista de Reeves. Tiene sentido: Clayface es un ser metahumano y terrorífico, ideal para ampliar la parte sobrenatural del universo. El presupuesto, que se estima entre 30 y 40 millones de dólares, también ha llamado la atención: es bajo para los estándares de Hollywood, lo que da más libertad creativa y menos presión de taquilla. Varios fans incluso comentan que Marvel debería animarse a proyectos similares: no todo tiene que costar más de 200 millones.
En definitiva, Clayface no apunta solo a ser un spin-off de horror, sino quizá la primera pieza de una saga gótica más grande, que tarde o temprano traerá a Batman al centro de la escena. Por ahora, las fotos del rodaje ya han sido suficientes para desatar entusiasmo, teorías y debates en las redes.