Dario Amodei, CEO de Anthropic, ha lanzado una advertencia que está dando de qué hablar en el mundo de la inteligencia artificial.
Durante una conversación con Marc Benioff, fundador de Salesforce, el ejecutivo señaló que algunas de las recientes inversiones en centros de datos parecen “un poco sospechosas” y que la industria podría estar exagerando la magnitud real de ciertos acuerdos.
Amodei aseguró que el crecimiento de la infraestructura de IA es innegable, pero advirtió que detrás del entusiasmo hay prácticas cuestionables. “Algunos de estos acuerdos me parecen un tanto raros”, dijo. “Parece que se está contando dos veces el mismo dinero”. Con esto se refiere a una estrategia común en los titulares financieros: varias empresas anuncian la misma inversión conjunta como si fuera propia, generando una sensación de expansión mucho mayor de la que realmente existe. En algunos casos, agregó, incluso podría haber “triple conteo”.
Sus comentarios llegan en medio de un auge sin precedentes en el gasto en inteligencia artificial. En las últimas semanas, compañías como OpenAI, Microsoft y varias organizaciones asociadas han presentado proyectos para construir centros de datos con capacidad de varios gigavatios, impulsando los mercados bursátiles y generando euforia entre los inversores. Pero, según Amodei, gran parte de ese entusiasmo podría estar sostenido por cifras duplicadas y una narrativa inflada.
Cuando Benioff le pidió que diera nombres, Amodei evitó señalar a nadie directamente, aunque muchos interpretaron sus palabras como una indirecta hacia OpenAI, donde trabajó antes de fundar Anthropic. El contexto competitivo entre ambas empresas añade tensión a sus declaraciones, que llegan en un momento en que la carrera por el dominio de la IA se vuelve cada vez más intensa.
El CEO también aprovechó la ocasión para criticar la obsesión de la industria con el tamaño de los centros de datos y las inversiones millonarias. A su juicio, tanto los medios como los inversores están demasiado concentrados en el aspecto físico y no en el avance ético o científico de la inteligencia artificial. “Construir más servidores no equivale a crear mejor inteligencia”, afirmó.
Aun así, Amodei reconoció que la demanda de potencia de cálculo es real y necesaria. Empresas como Anthropic, OpenAI o Google DeepMind dependen de millones de chips NVIDIA y de acuerdos con gigantes como Microsoft o Amazon para sostener sus modelos de lenguaje cada vez más avanzados. Sin embargo, el directivo insistió en que el sector necesita más transparencia y menos marketing disfrazado de progreso.
Sus palabras funcionan como un toque de atención: en la fiebre por invertir en IA, no todo lo que suena a innovación es realmente nuevo. Si la industria sigue basándose en cifras duplicadas, podría estar construyendo una burbuja tecnológica más grande de lo que imagina.