Las recientes declaraciones de James Gunn sobre su nueva película de Superman, especialmente en relación con el estatus de inmigrante del personaje, han desatado una controversia. En una entrevista para el periódico The Times, Gunn explicó que, en su visión, la historia de Superman es la de un inmigrante, un relato que refleja temas como la bondad y la inclusión.
Sin embargo, esta perspectiva ha generado una reacción negativa, particularmente entre las voces conservadoras, que la interpretan como un mensaje político.
Gunn explicó que su película de Superman se enfoca en la idea de la bondad humana fundamental. Señaló que el mundo de hoy carece de bondad, ya que muchas figuras públicas están atrapadas en disputas online. Gunn expresó su deseo de que la película recuerde a las personas la importancia de ser amables, a pesar de la creciente maldad en internet.
Sin embargo, fue su comentario sobre Superman como un “inmigrante” lo que provocó una fuerte reacción. Gunn mencionó que la historia de Superman es similar a la historia de Estados Unidos, con un héroe que llega de otro planeta y ayuda a construir un mundo mejor. Pero esta declaración generó dudas sobre la politización del personaje, y el ex actor de Superman, Dean Cain, acusó a Gunn de transformar la película en un manifiesto “woke”.
Dean Cain, quien interpretó a Superman en la serie de televisión “Lois & Clark: Las Nuevas Aventuras de Superman” en los años 90, argumentó que los comentarios de Gunn podrían perjudicar el desempeño de la película en taquilla. Criticó la decisión de resaltar el estatus de inmigrante de Superman, sugiriendo que esto podría alejar a una parte del público. Cain también expresó su preocupación de que Hollywood esté alterando personajes icónicos por razones políticas, lo que podría dañar su legado.
A pesar de la controversia, Gunn se mantiene firme en su posición. En respuesta a las críticas, reafirmó que la película trata sobre la bondad y no tiene un mensaje político. “Esta película es para todos”, dijo Gunn, destacando que no tiene la intención de excluir a nadie. De igual manera, otros actores del filme, como Nathan Fillion, minimizaron la polémica, diciendo que es solo una película y que no vale la pena exagerar.
La crítica a Gunn es solo un factor que podría influir en el éxito de la película. El estreno del filme marca el comienzo del reinicio del universo DC, y hay una gran presión sobre los resultados de taquilla. Sin embargo, Gunn minimizó la importancia de las expectativas, diciendo que la cifra de 700 millones de dólares, frecuentemente mencionada como el mínimo para el éxito, es “una completa tontería”. Insistió en que la película no necesita alcanzar esas expectativas infladas para ser considerada un éxito.
La película se estrena en un contexto de creciente polarización cultural y política, con debates sobre la inmigración, la identidad estadounidense y la representación en Hollywood. Aún está por verse si esta polémica tendrá un impacto en la taquilla, pero Gunn ha dejado claro que su visión de Superman es una película sobre la bondad, la inclusión y la esperanza.
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