Denshattack! no es un simple juego indie más. Es una carta de amor a Japón, a sus trenes y a la energía pura del movimiento. Cuando me encuentro con David Jaumandreu, director de la desarrolladora barcelonesa Undercoders, la escena parece sacada de un sueño loco: él sentado en un trono de terciopelo, yo en un inodoro dentro de una mazmorra falsa. A nuestro alrededor, cadenas, muros de piedra y ventanas enrejadas.
Al otro lado de una puerta corredera, el estudio ambientado como un vagón de tren, donde grabaremos la entrevista. Un escenario tan absurdo como perfecto para hablar de un juego igual de excéntrico.
“Tony Hawk con trenes japoneses”, así describe Jaumandreu Denshattack! entre risas. Pero detrás de la broma hay pasión genuina. Para él, los trenes no son solo medios de transporte, sino una expresión cultural. “Vine por primera vez a Japón en 1998, con 16 años”, recuerda. “Acompañé a mi padre en un viaje de trabajo. Me fascinó todo: la tecnología, la organización, el ritmo de vida. Era como mirar veinte años al futuro.”
Durante aquel viaje recorrió Tokio, Osaka y Kioto. “En esa época no había anuncios en inglés ni carteles traducidos. Solo tenía una guía turística y me perdía constantemente. Pero eso era lo divertido: sentirme dentro de una aventura.” Más tarde montó por primera vez en el Shinkansen, el famoso tren bala, y la experiencia lo marcó para siempre. “Va tan rápido, pero es tan silencioso. No tiembla, no vibra. Es como flotar. Es pura calma en movimiento.”
Cuando volvió a Barcelona, los trenes le parecían reliquias. “Era otro mundo. Japón estaba adelantado, y en muchos aspectos, lo sigue estando.” Desde entonces, Jaumandreu ha viajado casi todos los años al país que lo enamoró. Esa fascinación fue creciendo hasta convertirse en fuente de inspiración. En 2005 fundó Undercoders, un pequeño estudio independiente con apenas 12 personas, responsable de títulos como Conga Master o Treasures of the Aegean. Pero Denshattack! es su proyecto más personal.
“Tenía un tren de juguete sobre el escritorio y empecé a moverlo como si hiciera trucos de skate con los dedos”, cuenta riendo. “De repente pensé: ¿y si esto fuera un juego?” Al principio el equipo lo miró como si estuviera loco, pero uno de los programadores creó un prototipo en un par de días. “Cuando lo probamos, no pudimos parar de jugar. Era absurdo y brillante al mismo tiempo.”
Hoy, tras tres años de desarrollo, Denshattack! es una realidad. Es una mezcla entre Tony Hawk’s Pro Skater, Jet Set Radio y Persona, con música compuesta por Tee Lopes, conocido por Sonic Mania. En lugar de manejar un tren, lo montas como si fuera una tabla. Saltas, haces combos, deslizas por rieles y compites en circuitos inspirados en paisajes japoneses: desde ciudades futuristas hasta pueblos rurales con templos y montañas.
“El corazón del juego es el flujo”, explica Jaumandreu. “Hay dos tipos de jugabilidad: una centrada en el movimiento, en no descarrilar y mantener el ritmo, y otra de desempeño, con trucos, puntuaciones, carreras y hasta jefes finales. Uno de ellos es un mecha gigante que intenta aplastarte.”
Pero más allá del espectáculo visual, el juego también tiene alma. La historia, al estilo shonen, gira en torno a la amistad, la rivalidad y el deseo de avanzar. “Los personajes son jóvenes, rebeldes, pero descubren quiénes son a través del movimiento”, dice. “Es una metáfora sobre crecer y seguir adelante.”
Visualmente, Denshattack! es una explosión de color y energía. A pesar del tamaño reducido del estudio, el resultado rivaliza con producciones mucho más grandes. “Colaboramos con músicos y artistas externos, pero todo el diseño y la dirección creativa son nuestros”, explica. Los escenarios son una fusión entre lo real y lo imaginario: trenes que recorren Tokio al atardecer, circuitos que se transforman en parques de patinaje sobre rieles y neones que laten al ritmo de la música.
Para Jaumandreu, Denshattack! es una carta de amor a la cultura ferroviaria japonesa. “El sistema de trenes de Japón no solo es eficiente, es hermoso. Tiene algo espiritual. Transmite armonía, movimiento y paz.” En su juego, esa experiencia se traduce en pura emoción: una danza entre velocidad, precisión y libertad.
Antes de pasar al estudio para grabar, le lanzo una última pregunta: ¿cuál es su ekiben favorito? (los famosos bentos que se venden en las estaciones). Se ríe. “Me encantan los que se calientan solos al tirar de una cuerda. Pero los mejores son los infantiles, los que vienen en cajitas con forma de tren. Es muy Denshattack!, ¿no crees?”
Y sí, lo es. Porque en el fondo, este proyecto resume la filosofía del propio Jaumandreu: divertirse, crear, moverse. Denshattack! no solo invita a recorrer Japón sobre rieles: invita a dejarse llevar por el ritmo del viaje. Su lanzamiento está previsto para primavera de 2026 en PC, Xbox Series (incluido Game Pass) y PlayStation. Y promete ser una experiencia tan divertida como tomar el tren bala por primera vez.