Doogee está a punto de lanzar su nueva serie Note56, compuesta por tres modelos: Note56, Note56 Pro y Note56 Plus. Los tres teléfonos comparten el mismo diseño y dimensiones, pero se diferencian en especificaciones y colores. 
Esta jugada ya ha generado debate: ¿pueden realmente competir en el mercado de 2025 o quedarán como simples opciones de bajo coste sin mucho atractivo?
El más completo es el Doogee Note56 Plus. Incorpora el procesador Unisoc T7225, junto con 6 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, ampliables hasta 2 TB mediante microSD. Sale de fábrica con Android 16 y ofrece una pantalla HD+ de 6,56 pulgadas con tasa de refresco de 90 Hz. En fotografía, monta una cámara principal de 50 MP (OmniVision OV50D40) y una cámara frontal de 8 MP (Sony IMX134). Su batería de 6.150 mAh admite carga de 18 W vía USB-C. Además, incluye NFC, lector de huellas lateral y conector de auriculares de 3,5 mm. Estará disponible en Negro, Verde, Púrpura y un curioso color llamado “Natural Color”.
El Doogee Note56 Pro es una versión recortada del Plus. Conserva el mismo aspecto, pero baja a 4 GB de RAM, 128 GB de almacenamiento y cámara principal de 13 MP (OmniVision OV13853). La carga se reduce a 10 W y desaparece el lector de huellas. En colores, el modelo Púrpura se sustituye por Blanco.
Por su parte, el Note56 básico es el más barato y también el más limitado. Solo trae 3 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento y monta el veterano chip Unisoc SC9863A, lo que muchos consideran inaceptable en 2025. Las cámaras son más sencillas: una trasera de 8 MP (Samsung ISOCELL S5K4H5) y una frontal de 5 MP (Samsung ISOCELL S5K5E9). No hay NFC y su gama de colores también es más reducida.
Los precios oficiales son: Note56 Plus a 199,99 dólares, Note56 Pro a 169,99 dólares y Note56 a 149,99 dólares. Aunque en papel parecen económicos, la comunidad online no perdonó: muchos afirman que hay alternativas mucho mejores, como el CMF Phone 1 o viejos modelos de Poco, que ofrecen más potencia por menos dinero. Las críticas se centraron en el uso de procesadores obsoletos, el marketing exagerado y hasta el nombre de la marca, que algunos consideran motivo de burla. También hubo comentarios sarcásticos sobre la compatibilidad de 2 TB en un dispositivo con apenas 6 GB de RAM: un cuello de botella inevitable.
En resumen, la serie Note56 muestra el intento de Doogee de alejarse de su nicho de teléfonos rugerizados y meterse en la gama masiva. Sin embargo, salvo el Plus, los otros dos modelos parecen demasiado flojos para llamar la atención. Habrá que ver si la apuesta consigue compradores fieles o si estos equipos quedarán relegados a plataformas como AliExpress.