El Conjuro: Últimos Ritos debutó en los cines con una fuerza que pocos anticipaban, confirmando que la saga de terror sigue más viva que nunca. En su primer fin de semana, la película recaudó impresionantes 187 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en el segundo estreno global más grande de la historia para una cinta de terror. Solo It (2017), con 190 millones, conserva el primer puesto. Para Warner Bros., que ya venía con un buen año en taquilla, este estreno es una prueba más del poder del universo de los Warren.
En Estados Unidos, el filme sumó 83 millones, pero el verdadero golpe vino del mercado internacional: 104 millones de dólares, lo que marca el mejor estreno internacional de un horror en la historia. 
Además, Últimos Ritos rompió récord en formato IMAX, con 14,3 millones, el mejor debut global de septiembre jamás registrado. No hay duda: el público de todo el mundo sigue enganchado con los casos paranormales de Ed y Lorraine Warren.
La dirección corrió a cargo de Michael Chaves, ya conocido dentro de la franquicia, con producción de James Wan y Peter Safran. Oficialmente, la película se presenta como el capítulo final de la saga, aunque muchos dudan de que Hollywood cierre una franquicia que ha superado los 2.300 millones de dólares en taquilla global. Desde 2013, con el estreno de El Conjuro, el universo ha crecido con spin-offs como Annabelle y La Monja, consolidando una de las sagas de terror más rentables de la historia.
La crítica, como suele pasar con el género, estuvo dividida. IGN, por ejemplo, le dio apenas un 6/10, argumentando que los Warren se quedan demasiado tiempo al margen de la acción. Los fans, en cambio, opinaron distinto: algunos consideran que es el mejor cierre desde la primera película, otros la ven correcta pero no brillante. Lo interesante es que muchos comentarios resaltan que parte del éxito viene de ofrecer puro entretenimiento, sin discursos ni mensajes políticos forzados. En ese sentido, Últimos Ritos se convirtió en un símbolo de lo que mucha gente busca: cine de terror directo, hecho para asustar y disfrutar.
¿Será realmente el final? Los números dicen otra cosa. El terror ya no es un género menor, y hoy compite cara a cara con los grandes blockbusters. Aunque se venda como despedida, la probabilidad de que lleguen más secuelas o spin-offs es altísima. Al final, el miedo siempre vende.
En paralelo, Weapons de Zach Cregger acumula 251,5 millones de dólares tras cinco semanas en cartelera, mientras que Freakier Friday de Disney alcanza los 142,9 millones. Aun así, la conversación del momento la domina El Conjuro: Últimos Ritos, prueba de que la saga todavía tiene mucha cuerda – y muchos sustos – por delante.