Elon Musk reveló cuál pudo ser la causa de la impactante explosión del cohete Starship durante una prueba en tierra realizada en Texas. Según explicó, uno de los tanques de presión COPV (recipiente de presión de material compuesto), ubicado en la bahía de carga, habría fallado antes de alcanzar su presión máxima, lo que provocó una explosión masiva captada por varias cámaras.
El prototipo estaba siendo preparado para el vuelo de prueba número 10.
El vuelo anterior, el Flight 9, logró llegar al espacio y apagar correctamente sus motores, pero perdió el control durante la reentrada a la atmósfera. Esto impidió probar sistemas cruciales como el escudo térmico y los mecanismos de control aerodinámico.
“Los datos preliminares indican que un COPV de nitrógeno falló en la bahía de carga antes de alcanzar la presión de prueba”, escribió Musk en redes sociales. Estos tanques son esenciales para mantener la presión dentro de los depósitos principales mediante gas inerte y evitar que colapsen cuando el combustible se agota.
Las imágenes muestran claramente cómo el fuego salió desde la parte superior del cohete, justo donde se encuentra la carga útil. Aunque el problema técnico podría ser relativamente sencillo de resolver, el verdadero obstáculo ahora es el daño que sufrió la infraestructura terrestre, lo cual podría retrasar nuevos ensayos más que el propio Starship.
Antes del accidente, SpaceX ya había realizado pruebas importantes, como el reinicio de un motor en condiciones espaciales, un paso que se omitió en el vuelo anterior. Si el fallo se limita al COPV, un nuevo prototipo podría estar listo pronto, siempre y cuando las instalaciones se reparen a tiempo.
Para SpaceX, cada explosión no es un fracaso, sino parte del aprendizaje. Así avanza la empresa en su camino hacia un sistema de lanzamiento totalmente reutilizable.