Los planes de SpaceX para llevar la nave Starship a Marte acaban de recibir un nuevo golpe de realidad. 
Elon Musk ha reducido drásticamente sus expectativas y ahora considera que hay muy pocas probabilidades de lograr un lanzamiento en 2026, a diferencia del 50% de posibilidades que mencionó en mayo pasado.
En ese entonces, tras el vuelo fallido del Starship Flight 9 -que terminó con la nave fuera de control al reingresar a la atmósfera-, Musk mantenía cierto optimismo. Hablaba de una posible misión no tripulada a Marte para finales de 2026 si lograban resolver el complejo reabastecimiento en órbita. Pero esta semana, en una publicación en X (antes Twitter), cambió el tono: dijo que hay solo una “pequeña chance” de que eso suceda, y que “muchas cosas tendrían que salir bien”.
Según sus nuevos cálculos, el primer vuelo sin tripulación a Marte sería más probable en 2028, mientras que una misión con humanos no llegaría antes de 2030. El principal reto sigue siendo el repostaje en el espacio, una tecnología que SpaceX espera probar en 2025 pero que sigue siendo incierta. Además, la compañía sigue trabajando en el escudo térmico del Starship y en mecanismos para recuperar la nave con los brazos de la torre de lanzamiento. Aunque no son requisitos para ir a Marte, son claves para reducir costos y hacer que el sistema sea reutilizable.
La conquista de Marte sigue en la mira, pero Musk empieza a mostrar un enfoque más prudente. Las fechas cambian, pero el objetivo sigue siendo el mismo: llegar al planeta rojo, aunque sea un poco más tarde de lo prometido.